La Muerte de Getulio Rodríguez, El Controversial Gambetta y Otros Misterios de la Asociación de los Grandes Lagos

 

La situación es critica - 1
Por Bonnie Dwyer y Alexander Carpenter
(2 de marzo 2006)
 

El 3 de noviembre, 2004, el Pastor Getulio Rodríguez se despidió de su esposa con un beso y salió de la casa hacia su automóvil. Esa noche cuando la policía revisó el vehículo encontraron su maletín en el asiento delantero y sus llaves en la ignición. Pero el auto no había sido movido.

El Pastor Rodríguez había inmigrado de la Argentina después de haber pastoreado iglesias en varios lugares de América del Sur. Dos años antes, a los sesenta y un años, había llegado a los Estados Unidos con una visa R-1, patrocinado por la Asociación de los Grandes Lagos. Recientemente, queriendo estar cerca de su hija y sus nietos, había alquilado con su esposa un apartamento en la Avenida del Colegio en Grand Rapids, estado de Michigan.

Estaba trabajando como obrero bíblico y primer anciano de la iglesia Bethel II, una iglesia que acababa de ser organizada, con un sueldo mensual de quinientos dólares. Esta nueva iglesia era una más entre las muchas que surgieron debido al influjo de inmigrantes hispanos en las comunidades agrícolas de Estados Unidos.

El día en que desapareció sin dejar rastros, su hija Heidi vino de visita y le mencionó a su madre la presencia del automóvil en la playa de estacionamiento del edificio de apartamentos. No teniendo razones para estar preocupada por su esposo, Alicia le dijo a su hija que probablemente estaría conversando con un hermano adventista encargado del mantenimiento de los apartamentos. A ambos les gustaba hablar y Getulio solía darle a su vecino ayuda espiritual. Siendo que trabajaba en su casa cuidando niños de familias hispanas que los dejaban con ella mientras sus padres trabajaban, Alicia no pensó más en el auto que estaba estacionado afuera.

Esa tarde cuando ya los padres habían buscado a todos los niños, ella salió y vio que el auto estaba allí todavía. Preocupada, llamó por teléfono a su hija, la cual llamó a la policía.

Cuando los oficiales llegaron a la puerta, le preguntaron a Alicia, que no habla inglés, si había notado algún cambio en la manera de actuar de su esposo. Ella les dijo que últimamente parecía estar preocupado, lo cual parecía confirmar las sospechas de los policías. Con esa información la policía describió al desaparecido como un hombre pobre, deprimido, preocupado de que las fiestas de fin de año le harían incurrir en gastos que no podría enfrentar. Siendo que la ley no permite comenzar la búsqueda antes de cuarenta y ocho horas, los oficiales partieron y Alicia comenzó a orar.

Cuando comenzaron a buscar al Pastor Rodríguez, sus dos hijos habían llegado—Roly de Florida y Favio de la Argentina. Ellos emplearon a un detective, consiguieron los servicios de un perro entrenado, y distribuyeron volantes por toda la ciudad ofreciendo tres mil quinientos dólares de recompensa para el que encontrara a Getulio, que había sido visto por última vez vistiendo pantalones grises, chaqueta azul y zapatos negros. Con todo, durante todo el mes de noviembre no se tuvo noticias de él.

El 5 de diciembre, 2004, dos cazadores lo encontraron colgado de un árbol en un pantano, a unos veintitrés kilómetros de su casa. La policía lo declaró muerto por su propia mano. Para su familia, sin embargo, han quedado varios interrogantes.


Los misterios de la Asociación de los Grandes Lagos

La muerte de Getulio Rodríguez es uno de varios misterios que han surgido durante los dos últimos años en la Asociación de los Grandes Lagos.1 Ya ha experimentado la renuncia de su presidente, Norman K. Miles, la transferencia de su tesorero, Gregory Baker, la renuncia del tesorero asociado, Leroy Hampton, la terminación de trabajo de la tesorera asistente, Lillian Williamson, la terminación de trabajo del vicepresidente, Hugo Gambetta, y la suspensión, seguida de la terminación, de la contable Vernice Shorey.

Además, en julio, 2005, cuatro pastores hispanos fueron suspendidos. En Agosto hubo más acciones disciplinarias. Miles fue suspendido, de esta manera no sólo no tenía acceso a su oficina administrativa sino que tampoco al púlpito. El abogado que trabajaba para la asociación fue despedido. El nuevo abogado que fue empleado inmediatamente comenzó a organizar la documentación para un juicio contra varios oficiales de la asociación, a fin de poner en claro qué era lo que habían estado haciendo.

Siendo que los rumores abundaban, había que hacer muchas preguntas importantes. Se decía que se habían usado cuentas bancarias de la Asociación para pagar gastos personales, que se habían hecho préstamos sin documentación y sin interés a algunos oficiales, los cuales no se habían pagado, que se habían vendido visas R-1, que se habían creado documentos falsos para inmigrantes, que se había lavado dinero, y que los libros de las finanzas habían estado en un estado de confusión tal que ya por varios años los auditores no habían podido dar un informe de las finanzas de la Asociación.

Algunos miembros de la Asociación han tratado de resolver estos misterios, pero con poco resultado. ¿Qué sucede cuando las cosas van mal? Los miembros de la Asociación de los Grandes Lagos han descubierto que si hay que hacer cambios, ellos son los únicos que los pueden realizar, puesto que los oficiales de los niveles superiores—la unión y la división—no tienen autoridad sobre las acciones de los oficiales de una asociación. Ellos pueden ejercer influencia, pero en último caso, cuando las cosas van mal, la elección de nuevos dirigentes está en manos de los miembros de las iglesias de la asociación.

 

Peripecias electorales

La última elección de oficiales de la Asociación tuvo lugar en South Bend, estado de Indiana, el 18 y 19 de abril, 2004.

En abril no se sabía que hubía problemas en las iglesias hispanas de la Asociación. Circulaban rumores de que el Servicio de Inmigración y Naturalización estaba investigando irregularidades en los procedimientos usados por la Asociación. Afuera del lugar de las reuniones donde estaban presente sólo los delegados, se repartieron volantes que criticaban al vicepresidente Hugo Gambetta, pero nadie les dio mayor importancia.

El presidente Norman K. Miles era el que tenía problemas pues había reducido el cuerpo pastoral. Cinco pastores de mucha experiencia fueron dejados sin trabajo en 2003. Por tal motivo, se escribieron cartas que circulaban entre la hermandad en las que se hacían preguntas:

Durante los dos últimos años se nos ha asegurado que las deudas existentes han sido pagadas…y que estamos financieramente en buenas condiciones. Ahora, como relámpago en cielo azul, se nos dice que debemos eliminar cinco pastores debido a la mala condición financiera. Nuestra pregunta es: ¿Cómo así?…

En la reunión administrativa de Marion el tesorero informó que los diezmos de diciembre 2002 habían sido mucho menores que los de diciembre 2001. Como resultado, el esperado aumento del 8 al 10 por ciento en la entrada anual de diezmos resultó ser de sólo 1.2 por ciento. Con todo, el cuadro era de que no teníamos deudas y que había habido un aumento de diezmos, de manera que había entrado la cantidad anual de diezmos más grande en la historia de la Asociación. Ahora se nos informa, por el contrario, de que es absolutamente necesario despedir a cinco pastores. La pregunta es: ¿Cómo así?

El tesorero Gregory Baker, que había dado el informe financiero en Marion en octubre 2003, "a pedido suyo", fue oficialmente reasignado a una posición que le iba a permitir estar más tiempo con su familia pues demandaba menos viajes. El informe del auditor de la Asociación General, sin embargo, nota que él personalmente compró un bote con su remolque que luego vendió a la asociación por treinta mil dólares cuando, según el auditor, el valor del bote era de diecisiete mil dólares. Con todo, el presidente hizo arreglos para que Baker siguiera a sueldo como su asistente.

Frente a los delegados que tenían en sus manos el poder de re-elegirlo ese día de abril en South Bend, Miles trató de pintar de la mejor manera posible la condición financiera de la Asociación. Mencionó un incremento del 6 por ciento de diezmos en 2003, el incremento más alto logrado por una asociación en la División Norteamericana, el cual hizo que en 2003 los libros pasaran de un balance negativo a uno positivo. Sin embargo el informe financiero aprobado por el auditor y distribuido a los delegados incluía información que era alarmante, y hubo un largo y caluroso debate después del informe presidencial de la mañana.

A las 13:55 finalmente se terminó de elegir el comité de nombramientos y la sesión cesó para el almuerzo. La reunión de la tarde comenzó a las 15:40 con el informe del auditor. El documento preparado por el servicio de auditoría de la Asociación General contenía varios puntos notables, especialmente la declaración que "no habían recibido la documentación necesaria para tener la base sobre la cual poder dar una opinión acerca de los informes financieros presentados en 2002 y 2003".

Además hacía constancia de varias acciones que no se ajustaban a las pólizas de la iglesia, como el procedimiento para depositar dinero en el banco. "No hemos podido obtener constancia de que el comité ejecutivo autorizó abrir dos cuentas en el banco TFC en 2003".

Otra acción contraria a las pólizas fue otorgar préstamos sin interés y sin plazo a empleados de la Asociación para propósitos que no fueran: a) para comprar un automóvil o bienes raíces, o b) para las necesidades imprevistas de una mudanza. La suma monetaria de estos préstamos aumentó significativamente cada año, de manera que al terminar el año 2003 la cantidad prestada a oficiales y empleados fue de 274,000 dólares. Por otra parte, la Asociación había dejado de pagar el diezmo correspondiente a la Unión de los Grandes Lagos por la cantidad de 156,518 dólares.

Cuando el auditor terminó de dar su informe y el comité de nombramientos comenzó a trabajar ya eran las seis de la tarde.

El comité trajo a los delegados el primer nombramiento para presidente a las 20:55, y no se trataba del que ocupaba el puesto en ese momento. Los dos primeros nombres propuestos por el comité fueron rechazados por los delegados. Tanto Ricardo Graham (actual presidente de la Asociación del Norte de California) y William Joseph (un pastor en la Asociación) fueron rechazados en medio de la confusión causada por propuestas desde el seno de las delegaciones. Hubo quienes querían que la votación fuera secreta, pero sus argumentos no fueron aceptados por la mayoría.

En medio de la confusión el pastor Mack Wilson propuso que el nombre de Graham fuera rechazado y que el comité trajera a votación el nombre de Norman Miles. El dirigente de la asamblea, el pastor Walter Wright (presidente de la Unión de los Grandes Lagos) contestó que Wilson podía pedir que el nombre de Graham fuera rechazado pero que ni él ni ningún otro delegado podía dictar al comité de nombramientos el nombre que debía ser propuesto. En relación con esta propuesta, Wilson no dejó que otros hicieran observaciones con referencia a ella. No se le permitió a nadie hablar acerca de Ricardo Graham. Finalmente, a las 23:15 el comité de nombramientos trajo el nombre de Norman Miles para ser considerado por los delegados.

"El pastor Alvin Kibble pidió que se tuviera una sesión de oración antes del voto", escribió un delegado en una carta a todas las iglesias de la Asociación en la que instaba que pidieran una nueva reunión especial de delegados. La carta continuaba:

Le dijo a los delegados: "lo que están por hacer es algo hermoso". ¿Acaso era apropiado que el pastor Kibble pidiera una sesión de oración y que hiciera un comentario acerca de la belleza de lo que estaba por hacerse cuando no se había hecho un pedido y un comentario similar cuando los otros nombres fueron propuestos para votación? Después de las oraciones, se le pidió a los delegados que expresaran su voto en oposición parándose. Los que votaron a favor (de Norman K. Miles) fueron como 250.

 

La situación es critica - Parte 2
por Bonnie Dwyer y Alexander Carpenter

Cuando la reunión continuó, muchos delegados se fueron. Cuando terminó, alrededor de las cuatro de la madrugada, los delegados que todavía estaban presentes habían nombrado a George Bryant como secretario, a Leroy Hampton como tesorero, a los miembros del comité ejecutivo, y habían autorizado al comité ejecutivo nombrar a los directores de departamentos. [También habían nombrado a Hugo Gambetta como vice-presidente.] Hablando en serio ¿queremos que los oficiales de nuestra iglesia sean elegidos a medianoche por un grupo relativamente pequeño de delegados exhaustos? ¿Es esta la manera más razonable de llevar a cabo elecciones?

 

Miles, el presidente rey

Norman K. Miles fue elegido presidente de la Asociación de los Grandes Lagos en 1994. En ese momento la Asociación estaba tratando de recuperarse de pérdidas financieras incurridas en la década anterior, cuando la Asociación había comprado un centro comercial como una inversión. En vez de producir ganancias, el centro comercial resultó un desastre financiero. Todavía se estaban pagando deudas. Para colmo, la membresía estaba estancada.

Miles organizó un equipo que incluía a Gregory Baker como tesorero y a Hugo Gambetta como coordinador de ministerios hispanos. Los dos desempeñaron papeles clave en la actualización de cambios en la Asociación. En 1999, George C. Bryant fue nombrado secretario.

Bajo la dirección de Miles, y con la ayuda de Gambetta, la Asociación comenzó a crecer—especialmente en el ambiente hispano. En cuatro años se organizaron cinco nuevas iglesias—todas hispanas—tres en Chicago, una en Berwyn, Illinois, y una en Grand Rapids, Michigan. La entrada de diezmos aumentó por más de un millón de dólares, según el informe no auditado que se repartió a los delegados en 1998.2

Los pastores de la Asociación pronto captaron que Miles favorecía con generosas ayudas para vivienda y para automóvil a los que apoyaban sus proyectos. Si un pastor había estado deseando un Mercedes Benz, la Asociación le ayudaba a obtener su deseo, incluyendo un teléfono portátil debidamente instalado. Si necesitaba un anticipo de su sueldo, podía obtenerlo. ¿Por qué no? Se sabía que el mismo Miles había obtenido tales cosas.

En mayo, 2002, los auditores de la Conferencia General informaron a los dirigentes de la Asociación de los Grandes Lagos que "la deuda del presidente de la Asociación se ha vuelto muy grande; en 2001 ya es más que el doble de lo que había sido el año anterior". Por lo tanto recomendaban que "esta deuda debe ser analizada para constatar la razón de su rápido aumento y qué pasos debieran tomarse para reducirla".

A pesar de esto, la cultura dentro de la Asociación no permitía una confrontación con el presidente. Los pastores de la Asociación dicen que Miles actuaba como un rey, y que el comité ejecutivo aparentemente lo apoyaba, no importa lo que él hiciera, o cuánto fuera el costo para la Asociación.

En el Conventículo de los Negros Norteamericanos, la organización de los presidentes de las asociaciones de los negros en los Estados Unidos, la fama de Miles iba en aumento. El fue uno de los arquitectos del Sistema de Jubilación para las asociaciones de los negros que fue autorizado por la División Norteamericana en 2001.

Ese mismo año en la asamblea bienal de la Asociación de los Grandes Lagos se aceptaron once nuevas iglesias a la confraternidad, de las cuales, otra vez, la mayoría eran hispanas. Un factor que ayudaba a la formación de nuevas iglesias hispanas era que los pastores de estas iglesias eran empleados de medio tiempo. De esta manera, la asociación podía organizar dos iglesias al precio de una.

Con todo, las finanzas continuaban siendo problemáticas. El trabajo de un comité especial no había logrado sacar a la asociación del círculo vicioso de repetidas pérdidas y la correspondiente reducción del capital operativo.

En febrero 2003, el comité ejecutivo finalmente impuso una serie de ajustes. Se dejó cesante a cinco pastores de mucha experiencia. La membresía reaccionó inmediatamente. Un anciano de una de las iglesias afectadas sugirió que su iglesia estaba dispuesta a considerar desasociarse de la Asociación. Las reuniones abiertas que los oficiales de la Asociación tuvieron en las iglesias aparentemente generaron más preguntas que respuestas. En junio los miembros escribieron varias cartas a la unión y a la división pidiendo que se hiciera una investigación.

Para ese tiempo ya se estaba llevando a cabo una investigación de actividades posiblemente ilegales en las iglesias hispanas, relacionadas con las finanzas de la Asociación, pero Miles no lo dio a conocer. Cuando estas investigaciones revelaron acciones de dudosa legalidad, Miles no sólo se dio por desentendido sino que también públicamente negó su existencia en una reunión de dirigentes hispanos en otras partes del país.

La Unión del Pacífico, sin embargo, tomó las acusaciones en serio y le prohibió a Hugo Gambetta acceso a los púlpitos en su territorio. Copias del voto contra Gambetta fueron enviadas a Gambetta y a Miles.

 

Gambeta, el pastor carismático

Dos años antes de su muerte, Getulio Rodríguez le escribió a Hugo Gambetta solicitando una visa R-1 para venir a los Estado Unidos. Gambetta le facilitó la visa sin cobrarle; a otros les había cobrado hasta cinco mil dólares por ella. Gambetta es también argentino, y había sido profesor de teología en Costa Rica, antes de ser llamado a ser el coordinador de ministerios hispanos en la Asociación de los Grandes Lagos en 1995. Era conocido por sus vigorosas campañas evangelizadoras y por ayudar a aquellos que deseaban venir a los Estados Unidos.

Tanto en la División Sudamericana como en la Interamericana, Gambetta era una persona controversial. En algunas páginas de la Internet se le hace propaganda a sus interpretaciones de Daniel 1–7, mientras que otras proclaman que se le han vedado los púlpitos en Argentina y Paraguay. Su propio ministerio independiente, El evangelio eterno, promueve su campaña evangelizadora en México en 2004, como resultado de la cual se bautizaron más de mil personas. Su página Internet incluye un casilla titulada "Preguntas hechas con frecuencia", donde se defiende el carácter privado de su ministerio y se argumenta que dondequiera se predique la verdad surgirán críticas.

Un argentino que conoce el ambiente adventista de Sudamérica dice, "Todo el mundo habla de Gambetta". Aparentemente lo mismo sucede en la Asociación de los Grandes Lagos, donde Gambetta estaba encargado de los asuntos hispanos. El empleaba y mudaba a los pastores, conducía campañas evangelizadoras, y la obra hispana crecía. Con la llegada diaria de miles de inmigrantes, el campo estaba listo para la siega.

A los pastores les agradaba que él tuviera una campaña en sus iglesias. Ellos distribuían DVDs de sus prédicas a los futuros asistentes y luego se les invitaba a que vinieran a escucharle en persona, resultando en bautismos de hasta cincuenta personas a la vez. Para estas campañas los pastores no necesitaban presentar presupuestos o hacerse cargo de los gastos. Según el pastor Juan Rivera, quien todavía trabaja en la Asociación de los Grandes Lagos, Gambetta plantó por lo menos treinta y cinco iglesias.

Sin embargo, no todos los miembros hispanos estaban contentos. Dada la mezcla cultural de la asociación—con iglesias de negros norteamericanos y de hispanos—los dirigentes habían creado una sección hispana dentro del departamento de los jóvenes, denominada "Federación de jóvenes hispanos". Su presidente, José Romeo Sosa, y Gambetta no se llevaban bien.

El adventismo de Interamérica y de Sudamérica es la fe de los primeros misioneros norteamericanos. Su identidad se define principalmente en oposición a las corrientes religiosas dominantes en esos ambientes: el catolicismo y el pentecostalismo. Esto quiere decir que lo que define a la iglesia son sus posturas doctrinales.

Juan Rivera, el pastor de las iglesias Betel II y Blue Island, nota que la membresía hispana de recientes inmigrantes es muy conservadora y se siente confundida por las ideas que circulan en el adventismo de Norteamérica. Según él estos creyentes "quieren que se les predique el viejo evangelio". Parafraseándolos añade, "le dicen a los pastores, ’Si sólo van a predicar a Cristo, no son más que pentecostales’. Quieren escuchar el mensaje de los tres ángeles". Gambetta conocía ese mundo, les predicaba al grano.

En comparación con Gambetta, José Romeo Sosa, el líder de la Federación de jóvenes hispanos, parecía ser un liberal cosmopolita. Trabajando con jóvenes de la segunda y tercera generación de residentes de descendencia hispana en los Estados Unidos, algunos de los cuales ni siquiera hablaban español, él organizaba programas que los pastores recientemente llegados del sur no consideraban como adventistas. Se quejaban de que en vez de estudiar la Biblia los jóvenes jugaban volleyball y escuchaban música rock. Los pastores también se oponían a la manera directa de actuar de Sosa (sin la cortesía del trato latino), y se negaban a contribuir financieramente a las actividades de la Federación. Además, hacían notar que la Federación no atendía las necesidades de los jóvenes de las iglesias fuera de Chicago.

A medida que las tensiones acerca de ideología y dinero aumentaban, Sosa vino a ser una figura polarizante, especialmente en oposición a Gambetta. Las tensiones entre los dos culminaron en la asamblea de abril, 2004. Sosa repartió una circular en la que especificaba varias quejas contra Hugo Gambetta. Alegaba que había empleado a seis pastores que habían perdido sus empleos en el extranjero por adulterio y otras razones, y tres de ellos estaban en el comité de asesoramiento de Gambetta. También se decía que "había abusado de su puesto trayendo a los Estados Unidos cientos de personas de otros paíces, especialmente Argentina y la República Dominicana". Sosa añadía: "estas personan entraron a este país con las famosas visas R-1".

Según Sosa, si bien estas personas habían sido traídas para trabajar en la Asociación de los Grandes Lagos, la mayoría de ellas no habían sido empleadas por la Asociación. Las que habían sido empleadas habían sido distribuidas en iglesias clave para que apoyaran a Gambetta. Sosa también declaraba que Gambetta le había ofrecido trabajo en una escuela secundaria adventista y apoyo para su Federación de Jóvenes, si apoyaba a Gambetta. El decía haberse sorprendido ante esa oferta de trabajo siendo que no tenía un título universitario que lo capacitara para el mismo, pero Gambetta le había asegurado que "eso él lo podía remediar".

Sosa se ausentó de esa tumultuosa reunión antes de que Gambetta fuera re-elegido en la madrugada del 19 de abril. Poco después, la Federación de Jóvenes—que tenía entre ochocientos y novecientos miembros—fue reorganizada en cuatro entidades separadas: Michigan, Wisconsin, Chicago Suburbios y Chicago Centro. Sosa no trabaja más para la Asociación.

Desde entonces las cosas tampoco han ido bien para Gambetta. El 11 de julio, 2005, la Asociación le dio licencia de sus cargos administrativos, y el 22 de julio sus credenciales ministeriales fueron revocadas y se lo despidió.3 Al mismo tiempo se les dio licencia a los cuatro miembros de su comité consultivo. La librería de libros adventistas en español que era de su esposa se clausuró antes que se hiciera su auditoría.

A comienzos de agosto, la Asociación de los Grandes Lagos, en una declaración a la prensa dijo: "la Unión no sabe si es que autoridades locales, estatales o federales están haciendo o piensan hacer una investigación". Pero Carl Rusnok, director de comunicaciones de la oficina regional de la sección policial del Departamento de Inmigración y Aduana de los Estados Unidos, el agente de investigaciones más grande del nuevo Departamento de Seguridad Territorial, ha dicho que se está haciendo una investigación oficial y que la iglesia lo sabe.

En julio, 2005, casi era necesario crear un diagrama para entender quién estaba investigando a quién, por qué y cuándo.

 

La situación es critica - Parte 3
por Bonnie Dwyer y Alexander Carpenter

El Servicio de Auditoría de la Conferencia General estaba auditando los libros de la Asociación, como lo tiene que hacer anualmente, según las pólizas. Pero (como se ha dicho ya) los libros estaban tan mal presentados que no se pudo llegar a una conclusión en lo referente al estado de cuentas de los años 2002 y 2003. De que los libros estuvieran en tal estado en 2003 era inexcusable puesto que después de su trabajo en el 2002 los auditores habían especificado los pasos que se debían tomar para reconciliar cuentas bancarias en la debida forma, asegurarse que la información en los libros fuera correcta, tener un inventario al día de los fondos disponibles, asegurarse de que las ofrendas fueran usadas para el propósito anunciado, reconciliar las entradas de los pagarés, e instalar un sistema interno de auditoría para evitar fraudes, entre otras cosas.

El comité financiero de la Asociación, bajo la dirección de Donald Gothard, un ejecutivo jubilado de General Motors, estaba presionando a Norman Miles. Como resultado, renunció a la presidencia en marzo 2005, según dijera uno de sus amigos.

Ya a principios de 2005, rumores de que había problemas con violaciones de leyes de inmigración preocupaba a los oficiales de la Unión de los Grandes Lagos, y el comité ejecutivo de la Unión votó hacer una investigación a fondo de la situación financiera por su cuenta. Esta investigación hizo que este comité en julio tomara decisiones: seis personas fueron afectadas. Entre ellas, Lillian Williamson, asistente del tesorero, fue despedida. Leroy B. Hampton, tesorero, renunció. Hugo Gambetta, vice-presidente, fue despedido. Vernice Sorey, contable, fue suspendida. A cuatro pastores se les dio licencia administrativa: Ciro Avilés, Osmin Hernández, William Rojas y Alfredo Solis.

 

Comienzan las asambleas especiales

El 24 de julio, 2005, los miembros finalmente lograron lo que habían estado deseando por largo tiempo: una asamblea especial para nombrar un nuevo presidente, convocada según las pólizas.

Cuando se llevó a cabo la asamblea, sin embargo, una lectura más cuidadosa de la constitución hizo que se pusiera en duda el derecho de los delegados a la asamblea de elegir a un presidente en una asamblea "especial". Uno de los artículos especificaba que esa función le pertenecía a un comité especial, compuesto del comité ejecutivo y los miembros del comité de nombramientos de la asamblea cuadrienal previa. Este comité debía nombrar al presidente y presentar su nombre a los delegados para votación en una futura sesión.

Aquellos miembros que estaban perturbados por la manera en que se habían llevado a cabo las elecciones en el 2004, estaban completamente desanimados al ver que las mismas personas iban a ser responsables de otra elección más.

Alguien propuso y se votó que el comité de pólizas se reuniera y propusiera cambios a la constitución que permitieran que los delegados eligieran al presidente en otra asamblea especial. Esta se convocaría en octubre.

La reunión concluyó con un informe de la investigación de las actividades de la Asociación, y de las muchas irregularidades de su estado financiero, realizada por la Unión. Un delegado entonces preguntó, ¿cuántas personas están siendo investigadas? El presidente de la Unión, Walter Wright, respondió que no se estaba investigando a personas, sino cuentas y registros, las personas involucradas tendrían algún día que asumir responsabilidad por las irregularidades que se encontraran. No se hizo mención alguna de que hubiera una investigación de lo ocurrido a Getulio Rodríguez.

 

El hijo lamenta

Getulio arribó a los Estados Unidos via Gambetta. Pero su salario de quinientos dólares mensuales se lo pagaban directamente los hermanos de la iglesia Bethel II. Según Roly, su hijo mayor, sus padres suplementaban sus entradas con trabajitos por el costado, como trabajo temporario en una fábrica o guardería de niños. Unos pocos meses antes de que desapareciera, Getulio había mandado todas sus ganancias a la tesorería de la Asociación de los Grandes Lagos. La Asociación entonces le había enviado un cheque que reflejaba esa cantidad menos un poco de dinero. Era el sistema que se había establecido para satisfacer los requerimientos del Departamento de Inmigración de los Estados Unidos. Se presume que Getulio creyó que la cantidad que se le había enviado de vuelta no era la correcta. Entonces envió más dinero, pero el cheque correspondiente de la Asociación llegó después de su desaparición.

Aparentemente no satisfecho con su situación financiera, el 5 de noviembre le dijo a su esposa que iba a buscar otro segundo trabajo. Pero ese día también llevó consigo sus guías para dar estudios bíblicos y su calendario personal, donde tenía inscrito con lápiz los sábados en que debía predicar. Ambas cosas estaban en su maletín. Roly no cree que la conducta de su padre cuadra con la interpretación de la policía, que se trata de un suicidio. Según él, problemas financieros no son novedad para los pastores de América del Sur, y las demandas económicas de las Navidades son distintas dentro de la cultura adventista hispana.

Roly piensa que Getulio tiene que haber sabido algo acerca de las actividades ilegales de Gambetta y sus hombres. El señala que los perros usados por una agencia privada de investigaciones (la policía no utilizó perros en este caso) no siguieron la pista desde la casa hacia las vías del tren que, según la reconstrucción de los hechos de la policía, Getulio caminó por 23 kilómetros antes de ahorcarse. Los perros siguieron su rastro desde la casa por un edificio abierto todavía en construcción que permitía acceso a la calle, y que estaba fuera del alcance de las cámaras de seguridad a la entrada del edificio de apartamentos. Los perros se detuvieron en el medio de la calle.

Andrés Abreu, editor del periódico hispano El Vocero, que se vende en todo el estado de Michigan, tampoco piensa que Getulio se suicidó. El entrevistó a uno de los cazadores que encontraron el cuerpo colgado de un árbol. Este cazador también piensa así. Su argumento se basa en la altura de la rama y el estado limpio de la ropa. El árbol estaba como a cincuenta metros de las vías del tren en un área de pantanos.

Paul Warwick, teniente de la policía de Gran Rapids, sin embargo, está de acuerdo con el informe policíaco, haciendo alusión a que Getulio estaba deprimido debido a su situación financiera y por ello se suicidó. En un artículo de El Vocero, publicado pocos días después del hallazgo del cuerpo de su padre, Heidi argumenta que hay una marcada diferencia entre estar preocupado y estar deprimido.

Tragándose las lágrimas, Roly dice que Getulio siempre fue un buen padre para sus tres hijos. Heidi, su esposo e hijos se han mudado a Arizona. Alicia se fue a Florida, cerca de Roly. Ellos se preguntan, ¿qué era lo que Getulio sabía el 5 de noviembre de 2004?

Mientras maneja su automóvil de Gran Rapids a Chicago para atender a la iglesia de Hernández en Blue Island, el Pastor Rivera no le da importancia a los rumores. Dice: "Se dicen muchas cosas descabelladas". Defendiendo a Gambetta menciona el crecimiento de las iglesias y el éxito evangelístico. Según él, "Lo que tenemos se lo debemos a Gambetta". Entonces hace memoria de una conversación que tuvo con su jefe antes de que fuera echado del ministerio. "Estaba triste, pero no pedía disculpas. ¿Por qué tenía que pedir disculpas? Trabajaba para el Señor".

 

El último sábado

Un sábado lluvioso de agosto, después de las once de la mañana en la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Hyde Park, el órgano pasó melodiosamente a la música para la entrada de los pastores. En la procesión que marchaba hacia la plataforma por el pasillo central se distinguía a Norman K. Miles pues vestía una túnica blanca con una franja de rica tela africana. Los primeros cuatro hombres se sentaron en la primera hilera, Miles, el director de la academia y otro pastor subieron las gradas de la plataforma y se sentaron delante del coro que los circundaba.

La lectura bíblica de la mañana era Esdras 9:5–9: "…Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, Dios mío, mi rostro a ti porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.…Y ahora como por un breve momento fue la misericordia de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre, y para darnos puntal en el lugar de su santuario, a fin de que nuestro Dios ilumine nuestros ojos, para darnos un poco de vida en nuestra servidumbre…".

Miles ofreció la oración pastoral, la oración de David en su hora más lúgubre: "Ten misericordia de mí, mi Dios, de acuerdo con tus bondades…Lávame con hisopo de mis iniquidades y límpiame de mi pecado. Borra todos mis errores…Amén. No hay nadie aquí que no necesite orar esta oración", dijo.

La historia para los niños, el proyecto misionero con El camino a Cristo, palabras del director de la academia, una oración a favor de los estudiantes que se van a estudiar a la universidad, música especial, ofrenda—eran las 12:30 pasadas cuando el Pastor Miles se acercó al púlpito para comenzar su sermón, titulado "Un puntal en el lugar de su santuario", basado en la lectura bíblica. Después de analizar las repetidas veces que los israelitas tuvieron problemas con el pecado hizo una aplicación para la congregación.

"Todos aquí hemos hecho algo malo. Tú dices que no lo vas a hacer más, pero lo haces otra vez. Está en la naturaleza del pecado: su repetición". Otro aspecto del pecado, dijo, es que afecta a todos. No es algo individual. Tiene repercusiones, como una piedra en un lago. Como es natural, el análisis del pecado condujo a la necesidad del arrepentimiento.

"La confesión trae consigo poder", declaró con alarde Miles. "No se demuestra debilidad alguna al decir que hice mal. No hice bien y tengo que hablar contigo al respecto". Entonces bajó las gradas de la plataforma para pararse al nivel de sus oyentes.

"Dios tiene un plan para cada uno de los aquí presentes. Lo que tenemos que hacer es arrepentirnos". El órgano comenzó a tocar. Una hermana se acercó al micrófono y con lágrimas en su voz comenzó a cantar "¿Cuántas repeticiones se requieren para que aprendamos?"

A medida que la solista concluía su canto, Miles hizo una invitación al arrepentimiento del pecado, y a venir al frente y estar de pie ante Dios. El organista tocaba suavemente mientras Miles hacía el llamado y luego llenó la sala con su música, pero nadie se movió. Miles miraba a la congregación silenciosa, y el organista seguía tocando. Finalmente, un hombre se paró y con la cabeza gacha caminó hacia el frente. Miles le agradeció por venir y dijo que este hermano había pedido ser bautizado. La música del órgano continuaba. Miles esperaba, pero nadie más vino al frente. Cuando la música terminó, se hizo una oración. El servicio llegó a su fin.

Una semana y un día más tarde, el comité ejecutivo de la Asociación de los Grandes Lagos votó darle licencia administrativa a Norman K. Miles.

 

El pueblo y sus planes

El voto que le dio licencia administrativa a Miles, después de su renuncia a la presidencia, fue interpretado por algunos como una manera de evitar que fuera re-elegido presidente, siendo que su nombre se memcionaba como posible candidato. Fue una de las acciones importantes del comité ejecutivo en agosto. Posiblemente el temor de que Norman Miles, Hugo Gambetta y Leroy Hampton fueran enjuiciados también influenciaron en la acción del comité.

El comité ejecutivo también implementó el procedimiento estipulado en las pólizas para la elección de un presidente en una asamblea especial al nombrar el comité requerido para el caso. Esto estaba en contra del deseo de los representantes de la asamblea especial que en julio habían votado tener otra asamblea especial el 2 de octubre para nombrar al presidente. El comité especial (compuesto del comité ejecutivo y el comité de nombramientos de la asamblea regular anterior) tiene planeado reunirse en septiembre y actuar como un comité de investigaciones que presentará una lista de candidatos con talentos presidenciales.

Un equipo de consejeros que se organizó antes de la asamblea del 24 de julio ya ha determinado cuál va s ser la tarea primordial del nuevo presidente, no importa quien fuere. Su informe dice: "Debe patrocinar una conversación, en la que participen todos los miembros de la organización, acerca de la honestidad, la integridad y la confianza depositada en la Asociación, que promueva una mayor credibilidad y confianza entre los miembros y los obreros". El nuevo presidente "debe demostrar comunicaciones abiertas y honestas".

(Traducido por Herold Weiss, con la asistencia de María Elena Baranov)

 

Referencias

1. La Unión de los Grandes Lagos, cuyo territorio cubre los estados de Wisconsin, Illinois, Indiana y Michigan, consiste de cuatro asociaciones de iglesias de "blancos" y una de iglesias de "negros". Mientras que el territorio de cada una de las cuatro asociaciones de "blancos" cubre al correspondiente estado, la Asociación de los Grandes Lagos (de "negros") cubre el territorio de los cuatro estados de la Unión. Este arreglo fue establecido en tiempos de la segregación racial en los Estados Unidos y no se ha cambiado después de la revolución social llevada a cabo por Martin Luther King (Nota del traductor).

2. Es de notar que muchos de los miembros de estas iglesias eran miembros de iglesias hispanas de la Asociación de Illinois que Gambetta arrastró consigo cuando aceptó su nueva pocisión en la Asociación de los Grandes Lagos, y que él se "robó" de las iglesias "blancas" después de producir querellas en su seno (Nota del traductor).

3. Después de que el original de este artículo fuera publicado, la Asociación votó anular su ordenación (Nota del traductor).

 

Fuentes:

Retornar

Para entrar em contato conosco, utilize este e-mail: adventistas@adventistas.com