Famílias Argentinas Ameaçam Ignorar a Liderança e Administrar o Próprio Dízimo em Protesto Contra a Corrupção da Administração

A carta abaixo foi enviada à União Austral e à Associação Geral. (Assim que for possível, nós a traduziremos para o português.)

 

Buenos Aires, 9 de Diciembre de 2003

A las
Juntas Directivas de la Asociación y Unión Austral
Atención Pastores Carlos Ramos / Bruno Raso

 

Con copia y traducción a la General Conference of Seventh-day Adventists
12501 Old Columbia Pike
Silver Spring, MD 29904-6600 USA

 

Quienes suscriben la presente, miembros de distintas congregaciones de la Iglesia Adventista, han consensuado llegar por esta vía a la máxima dirigencia institucional de nuestra Iglesia, tanto en el ámbito de la Asociación como de la Unión Austral, a fines de que puedan comprender la inquietud de un importante segmento de laicos que se encuentran absolutamente preocupado por la negligencia, impericia - en algunos casos - despreocupación en otros y facilismo, prácticamente generalizado, con que se desarrolla hoy la actividad elclesiástica y administrativa dentro de la Organización en las jurisdicciones apuntadas, sin que importe, ni siquiera de soslayo, la repercusión o malestar que puede ocasionar en la feligresía toda.

Resulta cada día más preocupante y significativo el actuar de algunos obreros - tanto evangélicos como administrativos - y su grupo familiar, pareciendo que estamos en una nueva Organización, toda vez que con expresiones inadmisibles denotan falta de cultura, extremas manifestaciones de soberbia, de displicencia, de impunidadm de falta de sentido común y de ética, demostrando que han perdido el rumbo y el verdadero significado de su labor, la cual debería estar indefectiblemente direccionada hacia la salvación de las almas.

Es muy necesario remarcar que este procedimiento, en principio anónimo, no implica bajo ninguna circunstancia COBARDÍA - como suele denominarse - sino una actitud prudente, consensuada y meditada, direccionada hacia quienes tienen mayores responsabilidades en la Dirección de la Iglesia, de manera que mediando un análisis real, personal e introspectivo, propicien e inculquen los cambios necesarios en los hombres y en las Instituciones permitiendo de esta forma que cada obrero esté de verdad involucrado en el servicio a la Iglesia y en la atención de las almas y no en la obtención egoísta y excluyente de beneficios personales.

Deseamos recalcar que esta forma de acercarnos está absolutamente alejada de una ACTITUD COBARDE, tal cual expresáramos, dado que de ninguna manera persistiremos en el anonimanto, de perdurar en el tiempo las situaciones que dieron lugar al presente procedimiento. En tal sentido, deseamos de corazón que puedan ser iluminados al analizar los cuestionamientos efectuados y, a su vez, tener la humildad y criterio necesarios para revertir una situación que, de lo contrario, estamos seguros será de agravio y de perjuicio para la iglesia toda.

Quienes decidimos cursar estas consideraciones, somos - en principio - unas 50 familias, mayoritariamente de cuna adventista, que compartimos con gran preocupación la situación de la Iglesia y no deseamos ampliar el espectro a otros segmentos de la vida eclesiástica, toda vez que estamos convencidos que la sinceridad de muchos y el deseo racional de justicia haría que un número importante de feligreses se volcara absolutamente en contra del sistema institucional, situación ésta que luego sería muy dificil de revertir.

Apreciaríamos sobremanera que esa Dirigiencia tubiera a bien analizar, con profundidad, los innumerables interrogantes que hoy plantea la feligresía, habida cuenta que si los oídos sordos y la soberbia manifestada no se deponen, la Iglesia toda entrará en colisión ocasionando una reacción en cadena que diezmará las filas de la Iglesia en estas latitudes.

Pasamos a enumerar algunas consideraciones o interrogantes que debieran ser evaluados, de una manera pormenorizada:

1. ¿Qué hace la Dirigencia ante problemas concretos, serios y preocupantes para la espiritualidad de la membresía toda?

2. ¿Qué hace la Dirigencia frente a obreros que usan las Instituciones sólo en su provecho y que de ninguna manera evidencian, mínimamente, una vocacio´n cierta de servicio?

3. ¿Qué hace la Dirigencia frente a obreros, psudo ortodoxos, pero que en realidad ajustan o acomodan su pensamiento de acuerdo al pensar de cada grupo o persona con la cual se frecuentan, sin importale el daño o la desilusión que causan cuando se detecta el doble discurso?

4. ¿Qué hace la Dirigencia frente a la actitud de obreros que viven objetando la conducta de los laicos, cuando sus vidas y la de sus familias sólo resulta de tropiezo para la salud espiritual de la Iglesia?

5. ¿Qué hace la Dirigencia ante la actitud de obreros que denotan uan falta total de humildad y sólo quieren equipararse al mundo en sus actitudes, en sus posesiones, sin preocuparse por los que sufren y necesitan verdaderamente de ellos?

6. ¿Qué hace la Dirigencia frente al pecado manifiesto de laicos u obreros; ¿Mide de igual forma al humilde que al influyente?;¿Actúa como Dios ordena o lo acomoda de acuerdo a como puede influir la decisión en relación a la persona, a su familia o al conjunto de obreros que integra su grupo de pertenencia o selección?

7. ¿Qué hace la Dirigencia con obreros que infringen o infringieron las más elementales normas de convivencia?; ¿Los separa?; ¿Los preia?, ¿Los cubre de acuerdo a la influencia que detenta?

8. ¿Qué hace la Dirigencia ante obreros totalmente cuestionados pero muy influyentes?; ¿Mira hacia otro lado, mientras la hermandad desespera por la arbitrariedad y la injusticia?

9. ¿Qué hace la Dirigencia con algunos obreros lascivos, inmorales, promiscuos, obsecuentes, etc.?¿Los separa?; ¿Los traslada?;¿Si son influentes, les condece nuevas oportunidades?

10. ¿Qué hace la Dirigencia con obreros que tienen una importante antigüedad laboral y se sabe que están violando mandamientos expresos?; ¿Los mantiene dentro del Sistema para no tener que indemnizarlos, toda vez que están próximos a jubilarse?; ¿Los separa como resultado de una medida ejemplificadora incuestionable?

11. ¿Cómo maneja la Dirigencia el dinero que entrega el laico, con sumo esfuerzo, en cumplimiento de lo que Dios manda?

12. ¿Qué hace la Dirigencia frente a obreros que llevan una vida verdaderamente feudal y que se posicionan soberviamente sobre quienes, como laicos, aportan para su efectiva subsistencia?

13. ¿Qué hace la Dirigencia ante la forma de vivir de algunos obreros de ultramar que realizan viajes, desde Europa a la Argentina, de USA a la Argentina y viceversa y hasta efectúan vuelos transpolares, varias veces al año, con el dinero que se diezma?

14. ¿Qué hace la Dirigencia con obreros que realizan safari al África para incursionar en la Caza Mayor?

15. ¿Qué hace la Dirigencia frente a obreros autoritarios y soberbios que impiden la presentación de situaciones graves en Juntas de Iglesia, vulnerando el principio de soberanía que la misma ostenta?; ¿Será que dicha soberanía es solo eufemismo y es el pastor quien define toda situación conforme a su criterio?

16. ¿Qué hace la Dirigencia frente a obreros que han colocado a la Iglesia en un verdadero cisma y sin embargo se perpetúan en la Dirección Institucional y/o empresarial por 20, 25 o más años, sin rotación alguna?; ¿No es acaso política o consejo de la Organización que los Obreros alternen en distintos lugares y/o posiciones, dentro de la estructura eclesiástica?

17. ¿Qué hace la Dirigencia cuando necesita asesoramiento en áreas que escapan a su conocimiento?

18. ¿Ignora la Dirigencia que para nombrar apoderados de la Iglesia se deben tomar recaudos extremos y que jamás debería asignarse esa responsabilidad a personas ajenas a la misma?

19. ¿Ignora la Dirigencia que las injusticias y las arbitrariedades producen escisión en la Iglesia y no falta de verticalismo de los laicos, como algunos aducen?

20. ¿Ignora la Dirigencia que la humildad, la vocación de servicio y la dedicación hacia la Iglesia y las almas debe primar en la forma de comportarse de todo individuo, máxime si se trata de un obrero?

21. ¿Ignora la Dirigencia que la hermandad, al igual que la sociedad toda, hoy más que nunca tien tremendas dificultades para enfrentar la vida y que se necesita la palabra y visita oportunas de obreros con verdadera vocación de servicio?

22. ¿Ignora la Dirigencia, tal cual lo percibe la membresía, la falta de preparación de sermones que se adecuen a las reales necesidades que la Iglesia hoy tiene?

23. ¿Ignora la Dirigencia cuan difícil es para el laico, en una sociedad secularizada y con valores absolutamente subvertidos, mantener la fe y, desde lo económico, poder cumplir con todas las necesidades de su familia?

24. ¿Ignora la Dirigencia que hoy, más que nunca, la Iglesia esta buscando denodadamente un reavivamiento y una reforma y que no encuentra referentes que la encaminen hacia ese objetivo?

25. ¿Ignora la Dirigencia que la existencia de hombres realmente piadosos, cultos, preparados, los cuales han sido relegados y postergados cuando podrían ser generadores del reavivamiento que la IGlesia imperiosamente necesita?

26. ¿Ignora la Dirigencia el principio de acción y reacción y que toda exigencia bajo una ortodoxia extrema, tanto en la liturgia, en la vestimenta, en la música, etc. sólo conduce a resultados contrarios, respecto a lo que se busca?

27. ¿Ignora la Dirigencia que algunos obreros (pastores) cuya formación es eminentemente teológica, se arrogan el conocimiento cienfífico y hacen disertaciones y exposiciones sobre temas ajenos a su formación, tornando su prédica en absoluto descrédito, en pueril y desubicada, lo cual motiva que sea denostada hasta la misma exposición de la Palabra?

28. ¿Ignora la Dirigencia a los laicos y subestiman su capacidad de asesoramiento y de participación activa en el desenvolvimiento de la Obra?

29. ¿Ignora la Dirigencia que a los laicos no se los puede seguir utilizando, toda vez que no tienen ninguna incidencia en la decisiones que se toman para el evance efectivo de la Iglesia?

30. ¿Ignora la Dirigencia a los laicos cuando se nos nombra en los Congresos para participar en las distintas Comisiones y jamás son notificados, en el lapso que media de un Congreso a otro, de las reuniones que éstas llevan a cabo?

 

Sobre la base de las consideraciones vertidas, deseamos hacer saber a nuestra Dirigencia, tanto en la Asociación, como en la Unión Austral, que este grupo de familias mayoritariamente de cuna adventista, como ya expresáramos, ha tomado la siguiente decisión:

- A partir del mes de marzo de 2004, de no haberse observado cambios realmente estructurales en el manejo de la gestión eclesiástica y administravia de la Iglesia en general, donde la participación laica sea real y efectiva en la toma de decisiones en pro de la marcha de la Obra, desconoceremos la dirección administrativa de la Asociación/Unión Austral, pasando a consensuar y definir, a través de Asamblea Laica, la forma de utilizar nuestras ofrendas y diezmos en estas latitudes. Al respecto, se evaluará la conveniencia o no de remitir los mismos a la Asociación General o destinarlo a proyectos misioneros y/o evengelísticos que se definan.

- En supuesto de plantearse alguna negativa en la recepción de las partidas dinerarias por parte de la Asociación General y hasta tanto la situación no sea efectivamente resuelta, una comisión se hará cargo en ésta de custodiar dichos valores.

Nos causa verdadera desazón y temor reverente el hacer conocer la determinación que hemos tomado, pese a estar absolutamente contestes que la Iglesia de Diso ha de persistir, más llá de los hombres, hasta el final de los tiempos. Sin embargo, actuando sobre la base de nuestras convicciones; deseamos mostrar sin obsecuencias y al más alto nivel denominacional, las anomalías de la Iglesia en esta jurisdicción, dado que de lo contrario pasaríamos a ser parte, y por ende cómplices, de todo lo que repudiamos.

Familias Adventistas de la Unión Austral

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