¡Ay de Vosotros, Pastores, Administradores, Teólogos y Profesores Adventistas, Hipócritas!

 

Ayes sobre los fariseos modernos (S. Mateo, cap. 23 actualizado!)

En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y fariseos modernos, los pastores y administradores del profeso pueblo de Dios. Así que, todo lo que ellos digan, analícenlo a la luz de las Escrituras, porque ni hacen cosas buenas, ni las dicen, antes bien siembran falsedades con tal sutileza que adormecen al pueblo en sus pecados.

Pero lo que ellos hacen, ¡cuidado con imitarlos!, porque contradicen con sus obras su profesión a tal punto, que son un verdadero oprobio para la causa de la verdad que de labios profesan defender.

Porque si hacen algo de bueno alguna vez, es sólo cuando van a ser vistos por los demás, para ganar reputación e influencia, y así conseguir apoyo para la próxima campaña política, cuando venga algún congreso, en el que sueñan con trepar a un puesto más alto que el que tienen ahora.

¡Ay de vosotros, pastores y administradores, hipócritas, que predican sobre el amor de Cristo, pero que ni lo conocen por experiencia, ya que por dentro estáis llenos de egoísmo y arrogancia, y valorizáis a las personas sólo de acuerdo al dinero que tengan!

¡Ay de vosotros, teólogos y profesores adventistas, que habéis elaborado una teología para justificar la tibieza, negando que Cristo haya tenido nuestra misma naturaleza caída, enseñando que Él no era como nosotros, y por lo tanto nosotros no podemos ser como Él, ni podemos alcanzar Su perfección, negando así las declaraciones más terminantes de la Biblia, destruyendo todo el plan de salvación y llevando a las ovejas a la muerte! ¡Ay, ay de vosotros!

¡Ay de vosotros, administradores y tesoreros adventistas, que habéis convertido las instituciones a vuestro cargo en verdaderas cuevas de ladrones, donde sólo está bien aquello que trae lucro y ganancias materiales, pero que pasáis al lado del que sufre con la misma frialdad del sacerdote y el levita, y expulsáis de la institución al samaritano que quiere hacer obras de compasión!

¡Ay de vosotros, administradores adventistas, que pagáis el sueldo mínimo a los empleados, pero que recibís todo tipo de regalías y extras injustificadas, recibiendo dinero “en negro”, obteniendo así cinco veces más que los empleados comunes, y justificándose encima diciendo “el obrero es digno de su salario”!

¡Ay de vosotros, pastores y predicadores adventistas, que subís al sagrado púlpito para predicar cosas agradables al pueblo, para que nadie se ofenda y se vaya de la iglesia ni deje de diezmar, haciéndose así responsables por la sangre de miles de almas a quienes debíais amonestar fielmente! ¡Sólo les importa la lana de las ovejas! ¡Por esto recibiréis mayor condenación!

¡Ay de vosotros, pastores adventistas, que predicáis sobre el hogar cristiano como un pedazo de cielo en la tierra, pero que habéis hecho de vuestra casa un verdadero infierno, mostrando así que sois verdaderos sepulcros blanqueados, profesionales del púlpito que reciben sueldo por representar una pieza de teatro para entretener al pueblo!

¡Ay de vosotros, dirigentes del moderno Israel, que tocáis todos los resortes posibles a fin de trepar a un puesto más alto, y manipuláis juntas y delegados a fin de comprar votos y obtener lo que codiciáis!

¡Ay de vosotros, presidentes de Asociaciones, que elegís a vuestro gusto a los miembros de la Junta, y aceptáis solamente a aquellos que dirán sí a todas vuestras propuestas, no importa cuán injustas sean!

¡Ay de vosotros, pastores y dirigentes, que borran de la iglesia al que se atreve a llamar al pecado por su nombre, pero aceptan al homosexual, a las lesbianas, a verdaderos mafiosos y a todos los que aporten un buen diezmo a la sagrada institución, no importa cuán escandalosa sea sus vidas!

¡Ay de vosotros, que gastáis el dinero de los hermanos en retiros espirituales para pastores, y en grandes comilonas en restaurantes lujosos, comiendo carne y cometiendo todo tipo de intemperancias, y después llegan a la iglesia y exigen más diezmos y ofrendas en semanas de mayordomía!

¡Guías ciegos y necios! Porque dicen: “hermanos, deben respetar las decisiones de junta, deben respetar a los pastores”, pero que a la vez viven como si no tuvieran un Pastor en el cielo que un día los juzgará, ni un tribunal justo del cual no escaparán!

¡Ay de vosotros, líderes máximos adventistas, que quieren seguir siendo llamados el pueblo que guarda los mandamientos de Dios, pero que por detrás han hecho tratativas secretas con Roma para no predicar el mensaje del tercer ángel, uniéndose al ecumenismo apóstata y traicionando la sagrada herencia adventista!

¡Ay, ay, de vosotros, que desde el púlpito procuráis dar una impresión de santidad, pero en la semana viven en groseros pecados secretos, entre vosotros abunda el homosexualismo, el adulterio, los ritos secretos satánicos, y decís en vuestro corazón “Jehová no nos ve, Jehová ha abandonado al tierra”!

¡Ay, ay de vosotros, que estáis tratando con Roma la aceptación de la inminente Ley dominical, vendiendo así toda la verdad sagrada que hemos recibido con tanto sacrificio, traicionando cometidos sagrados!¡Todo se ha descubierto!

¡Ay de vosotros, manipuladores profesionales de las mentes y los sentimientos, que estáis recurriendo a técnicas subliminales para introducir mensajes satánicos en las mentes de los hermanos sin que se den cuenta, a fin de prepararlos para recibir la marca de la bestia!

¡Ay de vosotros, infiltrados católicos en la Iglesia Adventista, que han llegado a los más altos cargos administrativos y desde allí han destruido sin piedad todo lo que había de espiritual en la IASD! ¿Acaso creen que impedirán el triunfo final de la verdad? ¿Contra quiénes pensáis que estáis luchando? ¿Contra un grupito de ignorantes engañados de mente simple? ¡Estáis luchando contra el mismo Dios Omnipotente, el Gran Jehová de los ejércitos, que pronto os vencerá de la manera más rotunda y humillante!

¡Ay, ay de vosotros, activos agentes del vaticano que se han disfrazado de pastores adventistas y llevan al rebaño del Señor como ovejas al matadero! ¡Ay de vosotros, que de toda manera sutil o abierta tratáis de impedir la lectura y difusión de los libros del Espíritu de Profecía, y estáis preparando a la hermandad para que reciba la marca de la bestia!¡Pronto seréis descubiertos ante todo el mundo, vuestro castigo será diez veces mayor, y el humo de vuestro tomento subirá por los siglos de los siglos!

¡Ay de vosotros, que estáis planeando matar en secreto a los hijos de Dios que aún mantienen su fe cuando venga la ley dominical y algunos adventistas la resistan! ¡Su sangre será demandada de vuestra mano! ¿Adónde os esconderéis en el gran día de la ira del Cordero?

Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” Apoc 14: 9 – 12. (Texto distribuído em lista de e-mails.)

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