La Iglesia Pidio a la Gente que No Compre Los Domingos

SAENZ PEÑA, (Agencia).- La Pastoral Social de la Diócesis San Roque pidió a la gente que se solidaricen con los empleados de comercio y que no compren los días domingos. De esta manera, la Iglesia opinó sobre el debate que se originó a raíz de la Ley que establece el cierre dominical de los supermercados, y que el Ejecutivo estaría dispuesto a vetar.

En los últimos días se profundizó en la sociedad el debate sobre la Ley que establece el descanso en los días domingo para los empleados de comercio, especialmente de los supermercados. El Equipo de pastoral Social aportó algunas reflexiones desde la perspectiva cristiana.

La opinión de este equipo religiosos se basó en lo que llamaron reconocidas y serias encuestas que revelan que cuando el empleado trabaja a gusto, bien tratado y respetado, en clima de confianza y estima; disminuyen los accidentes de trabajo, hay menos conflictos y peleas, y se produce más y mejor.

Expresaron que el descanso es un derecho y un deber que tiene igual importancia que el derecho y el deber de trabajar. Que el descanso, necesidad del ser humano, debe ser rico, cultural y espiritual, que propicie el compartir en familia, la amistad, los valores humanos en todos sus aspectos y que debe atender además la dimensión religiosa de su propia persona. Y en tal sentido, dijeron que los empleados de comercio a quienes la Pastoral Social consultó, expresaron todos el deseo del descanso dominical.

Y para respetar este deseo de los empleados, hicieron una llamado a la comunidad, para que se organicen las compras en otros días. En cuanto a mirar vidrieras, es un descanso y una socialización, que se lo puede hacer en las calles como se lo empezaba a hacer en los pasillos de los supermercados. Y que esta sería una razón de justicia, ya que los empleados públicos y otros trabajadores de comercios gozan de este derecho. Y que este sería un modo pequeño pero válido de poner freno a los efectos negativos de la globalización.

El plano cristiano

En cuanto al plano profundamente cristiano, expresaron en primer lugar recordaron que el hombre es una persona, un ser consciente y libre. El ser humano no es algo impersonal, neutro, un trozo de materia en el mundo, sino un sujeto libre, consciente y responsable. El hombre es un fin en sí mismo y hacedor de su propio destino. Cada persona además es un micromundo, cada historia personal es un inmenso misterio.

En segundo lugar hicieron ver que el trabajo es una dimensión del ser humano con todas estas características señaladas. Que tiene una dimensión objetiva, por la que produce y tiene una remuneración económica. Pero el trabajo tiene también una remuneración subjetiva en la que el hombre se realiza como persona. El ser humano, sujeto de derechos y deberes, tiene el derecho y el deber del trabajo, pero tiene el derecho y el deber del descanso. Así lo graficó la Biblia fundamentando el descanso del sábado en el descanso de Dios al finalizar la creación.

Teniendo en cuenta estos elementos, dijeron que debe existir una relación recíproca y solidaria entre trabajo y capital, pero se debe tener en cuenta la prioridad del trabajo por sobre el capital, porque el hombre al producir se implica a sí mismo como persona, se juega su dignidad.

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