Outra Vez La Iglesia Católica Tiene Razón...

Alberto R. Treiyer

No hay vuelta que darle. El mundo necesita definiciones claras. Y ésto lo ha captado el Vaticano. Las respuestas pluralistas que dan las Iglesias Protestantes que pretenden ser parte del cuerpo de Cristo aún con la Iglesia Católica y con las Iglesias Ortodoxas, con un sinnúmero de contradicciones, revela algo que no es normal y no se puede aceptar racionalmente. El relativismo es lo que más está destruyendo la fe, y la unión de las iglesias no podrá cumplir su propósito de afianzar la fe del mundo. Se necesita una voz clara y definida, y en ésto la Iglesia Católica tiene otra vez razón.

Pero nuevamente viene el fiasco. No es la Biblia como su propio intérprete el que da esa voz clara y definida, sino el credo presuntamente infalible de una iglesia apóstata. Lo que les falta a las iglesias no católicas es lo que Dios dio claramente a la Iglesia Adventista, y es "la Palabra profética más segura" (2 Ped 1:19-21), que declara sin ambagues que la Iglesia de Roma es la Babilonia de los últimos días, la madre de las prostitutas de la tierra, de las rameras que se corrompieron por dejar de lado la verdad profética para estos tiempos y que ahora están, por consiguiente, desorientadas.

¿Razón? ¡Claro que sí! Pero ante la arrogancia de una autoridad que procura como Lucifer ocupar el lugar de Dios, el único que es realmente infalible, anteponemos la Palabra de Dios, ya que "sólo Dios y su Palabra" son infalibles. Aún en materia interpretativa, los que quieran librarse de esa falsa seguridad que transmite la Iglesia Católica Romana, tendrán que poner a un lado los "padres de la Iglesia" y aceptar en su lugar algo mejor, el Espíritu de Profecía, una vez que hayan podido ver su perfecta correspondencia con la Escritura y el principio de Sola Scriptura defendido originalmente por los Protestantes. Nosotros creemos que la BIblia se interpreta a sí misma, que nos ha anunciado el don de profecía para los postreros tiempos. Rechazar ese don para el tiempo de su llegada es rechazar la Biblia misma.

Y habrá un pueblo y sólo un pueblo que quedará aferrado a la Palabra de Dios contra tantos vientos de doctrina que conforman la gran Babilonia, y es la Iglesia Adventista del Séptimo Día (no será un remanente de la Iglesia Adventista que pasará a ser otra cosa, por más que muchos se vayan y tantos más entren). En efecto, no hay dos remanentes, ni variaciones del único remanente final del que habla el Apocalipsis. Tampoco hay lugar para un pluralismo en materia de fe en la Iglesia Adventista, independientemente de lo que quieran aducir los que aboguen por ello. El remanente final, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, se aferra a la Palabra de Dios (guarda los mandamientos) y tiene el testimonio de Jesucristo (Espíritu de Profecía). El Señor estará con este pueblo, y sólo con este pueblo, hasta el fin.

LA SANTA SEDE RECUERDA QUE LA CLARIDAD AYUDA AL DIALOGO INTERRELIGIOSO

Habla el obispo y teólogo Francesco Lambiasi

ROMA, 6 septiembre (ZENIT.org).- ¿Por qué ha publicado la Santa Sede la declaración "Dominus Iesus", presentada ayer a la prensa por el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, en la que se recuerda el carácter único y universal de la salvación en Cristo y su Iglesia?

Monseñor Francesco Lambiasi, obispo de Anagni-Alatri y presidente de la Comisión de los obispos italianos para la doctrina de la fe, ha respondido, en declaraciones al diario "Avvenire", a esta pregunta.

"La declaración llega como anillo al dedo --comenta--, porque mientras el Papa y toda la Iglesia están celebrando un año santo sobre la verdad fundamental del cristianismo, algunos teólogos aquí y allá, en diferentes rincones del mundo, tienden a olvidarlo. Por eso, es justo ser claros y evitar que los fieles se desorienten ante ciertas posiciones".

"En occidente --añade monseñor Lambiasi-- vivimos aún más el peligro que deriva del clima cultural dominante, marcado por el relativismo y la indiferencia. Es indudable que en tiempos del "pensamiento débil", la Iglesia debe recordar que sólo en el nombre de Jesús hay salvación".

Ante los interrogantes de quien considera que estos peligros podrían constituir una piedra en el camino ecuménico, monseñor Lambiasi precisa que no considera que exista esta posibilidad: "Si bien hay algún teólogo que entiende el diálogo entre las religiones como un tratamiento diplomático (como Hans Küng), el documento confirma muy oportunamente que sólo una clara y sólida conciencia de la verdad permite este diálogo. El diálogo implica igualdad de dignidad entre las personas. Pero no igualar los contenidos doctrinales".

Ante las acusaciones de quienes dicen que la declaración implica un paso atrás, monseñor Lambiasi añade: "Una lectura más tranquila del documento permitirá comprender la intención profunda, que no es la de dar un paso atrás en el diálogo ecuménico, sino por el contrario un paso adelante. Basta ver cuántas veces se citan los documentos del Concilio Vaticano II en la declaración. Estoy seguro de que, una vez pasado el momento de las reacciones del primer momento, emergerá con claridad la fidelidad al Concilio". - ZS00090609

EXPONENTES DE LAS RELIGIONES ANTE LA DECLARACION "DOMINUS IESUS"

Critican la teología católica, pero agradecen la claridad CIUDAD DEL VATICANO, 6 septiembre (ZENIT.org).- Perplejidad, críticas, y reconocimiento de que la Iglesia católica, al declarar su identidad, relanzará el diálogo ecuménico y entre los creyentes de las demás religiones. Estas han sido las reacciones a la declaración "Dominus Iesus", redactada por la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el carácter único y universal de la salvación en Cristo, que fue presentada ayer a la prensa por el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de ese organismo vaticano.

Desde Gran Bretaña, mientras la reina Isabel está preparando su visita al Papa, prevista para el próximo 17 de octubre, el arzobispo de Canterbury, George Carey, ha afirmado que: "La idea de que la Iglesia anglicana y otras Iglesias no sean Iglesias en el sentido propio de la palabra parece poner en duda los considerables pasos ecuménicos que se han dado". El documento, añade, no refleja el profundo entendimiento que se ha alcanzado, a través del diálogo ecuménico y la cooperación en los últimos 30 años.

La declaración dice en el número 17: "las Comunidades eclesiales que no han conservado el Episcopado válido y la genuina e íntegra sustancia del misterio eucarístico, no son Iglesia en sentido propio; sin embargo, los bautizados en estas Comunidades, por el Bautismo han sido incorporados a Cristo y, por lo tanto, están en una cierta comunión, si bien imperfecta, con la Iglesia".

El primado católico, monseñor Cormac Murphy-O'Connor ha negado, sin embargo, que el documento pueda afectar negativamente al acercamiento ecuménico y asegura que "el objetivo principal de la declaración vaticana consiste en alertar ante la tendencia a considerar como equivalentes todas las religiones".

El reverendo Manfred Kock, presidente del Consejo de la Iglesia evangélica de Alemania, quien recientemente había hablado de la necesidad de reconocer al Papa como figura simbólica unitaria de la cristiandad, afirmó que el documento "Dominus Iesus" representa "un paso atrás para las relaciones ecuménicas".

Kock ha reconocido al mismo tiempo que "la declaración contiene muchas afirmaciones que las Iglesias reformadas podrían aprobar sin reservas, comenzando por la universalidad salvífica de Cristo." El patriarcado ortodoxo de Moscú, no ha hecho comentarios, pues quiere estudiar antes el documento. Un portavoz del patriarcado se ha limitado a decir que "católicos y ortodoxos tienen una concepción diferente de la universalidad de la Iglesia y este sigue siendo el meollo de la cuestión".

Para el Islam, el problema se presenta de manera idéntica y opuesta. A la primacía de Cristo se contrapone la primacía de Alá. "Para nosotros --afirma Hamza Piccardo, exponente de los musulmanes italianos-- se aplica el versículo del Corán, según el cual se salvará quien crea en Alá y los profetas, uno de los cuales es Jesús."

Amos Luzzatto, presidente de las Comunidades judías de Italia, es conciso: "El cardenal Ratzinger puede hacer todas las acrobacias verbales que quiera, pero en la práctica para los judíos el Nuevo Testamento ni siquiera existe. Además, decir que la única mediación posible para la salvación es Jesucristo, ¿no nos aparta de todo diálogo?" - ZS00090601

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