Olimpíadas 2000 - PESQUISA
Zeus, o Padroeiro das Olimpíadas

ZeusA religião politeísta e antromórfica dos antigos gregos perpetuou-se no cristianismo através da veneração e crença na intermediação dos chamados "santos" do catolicismo. Assim, o fato de existir um santo padroeiro para diferentes grupos, comunidades ou eventos pode ser influência do monte Olimpo, onde supostamente habitavam numerosos deuses, da beleza, da arte, da fertilidade, da vida... Na linguagem atual, Zeus poderia ser considerado pelos gregos como "o padroeiro das olimpíadas".

Representado originalmente de forma majestosa e sábia, acompanhado de uma águia com traços semelhantes aos seus, Zeus era tido na mitologia grega como "deus supremo e soberano dos deuses olímpicos, dos homens e do mundo". Personificava o céu e a luz e acreditava-se que fosse também "o senhor da vida e da morte". Adotado posteriormente pelos romanos, recebeu o nome de Júpiter. Segundo Homero, Zeus era considerado o pai dos deuses e dos mortais, não porque fosse seu criador, mas como "protetor e soberano tanto da família olímpica quanto da raça humana".


(Assim que possível, pretendemos traduzir as informações abaixo:)

Como se ha dicho era el señor del cielo y de la lluvia y el creador de las nubes que controlaba con su temible rayo desde su trono dorado, una de las armas más poderosas del Olimpo. 

Zeus era el hijo menor del titán Cronos y de la titánida Rea y hermano de las divinidades Poseidón, Hades, Hestia, Démeter y Hera. Zeus luchó contra su padre, lo encadenó y heredó su poder. Con la ayuda de sus hermanos derrotó a los Titanes y los fulminó con el rayo divino. Desde entonces Zeus fue el dominador indiscutido del Universo, dio al mundo la armonía y la paz.

Los padres de Zeus fueron el titán Cronos y la titánida Rea y tuvo muchos hermanos importantes como Poseidón, Hades, Hestia, Démeter y Hera.

El nacimiento de Zeus es uno de los episodios más destacados y conocidos de la mitología griega y ha sido muchas veces representado por el arte. Su padre temía ser destronado por uno de sus hijos por lo que los devoraba cuando nacían. Sin embargo, Rea, harta de tanta muerte, cuando nació Zeus envolvió una piedra entre pañales y se la entregó a Cronos quien vomitó a sus hermanos y la piedra. Así, Zeus y sus cinco hermanos y hermanas ganaron la guerra que se originó frente a los titanes que fueron expulsados a los abismos del Tártaro, en los más profundo del submundo. En esta guerra Zeus fue ayudado por los Hecatonquiros y los cíclopes, liberados de la prisión en la que Cronos los había dejado. Desde entonces, Zeus, Poseidón y Hades se repartieron el dominio del mundo.

Otras versiones afirman que la existencia de Zeus fue descubierta y que Titán culpó a Cronos de perjurio declarándole una guerra y encerrándolo. Según dicha leyenda, cuando Zeus creció se apiadó de él y logró vencer a Titán y dar el trono a su padre, pero Cronos seguía recelando contra Zeus por lo que le persiguió sin tregua, aunque sólo le valió para que éste y sus hermanos se unieran frente a él, logrando así el poder, definitivamente.

Zeus inició la generación de los llamados dioses olímpicos instaurando toda la corte de dioses y diosas que en él habitaban. Su poder también fue disputado por los gigantes y por los Aloadas pero, finalmente, la lucha siempre se decantaba del bando de los olímpicos. Durante uno de esos primeros intentos, llamado Gigantomaquia, su gobierno fue disputado por los gigantes, hombres de colosal tamaño, con cincuenta cabezas y piernas y que era sus enemigos. Se organizó una guerra entre dichos gigantes y los dioses del Olimpo y los primeros lograron la supremacía durante mucho tiempo, pero, con grandes esfuerzos, los dioses abandonaron la guarida en Egipto a la que habían huido, salvo Dionisio, y con la ayuda de Hércules (no el Hércules héroe que todos conocemos) vencieron a los Gigantes.

Sin embargo, se abrió una época de crimen en el mundo en el que tiranos y reyes ejercían todo de tipo de derechos, injustos para los demás y Zeus decidió enviar un diluvio que destruyó a la raza humana salvo a Deucalión y a su mujer, quienes pudieron crearla de nuevo.

Descendencia y amantes

Los hijos de Zeus son muy numerosos, fruto de sus múltiples relaciones con diosas y mujeres mortales, a pesar de su boda con su hermana Hera, y que dotan a Zeus de un carácter lascivo que la iconografía griega intentó evitar en algunos momentos de su historia, pero sin mucho éxito. Entre sus hijos cabe destacar a Ares, dios de la guerra, Hebe, de la juventud, Hefesto, del fuego, Atenea, de la sabiduría, o Ilitía, diosa del parto.

Hades / Plutón

Satanás en la mitología griega tuvo una encarnación, y su nombre fue Titán. Era el dios de las Olimpiadas, el que llevaba la antorcha. Y cuando los atletas corrían por las pistas, lo hacía imitando a Titán.

Orígenes y atributos

Era el dios de los muertos, hijo de Cronos y de Rea y hermano de Zeus y Poseidón. Obtuvo el poder del mundo subterráneo después de que junto a sus hermanos se repartiera el universo tras haber derrotado a su padre. Le correspondió la peor parte por ser el hermano menor de la familia. Allí vivía de forma feroz y despiadada junto a Perséfone, raptada del mundo superior como única forma de Hades de romper su celibato. Al contrario de lo que parece lógico, pues no había plegaria que le aplacara, no era demasiado maligno. La versión romana de Hades, Plutón, era más benigna porque se le consideraba el dador de las riquezas del mundo.

Lugar de residencia

El mundo de los muertos también recibe el nombre de Hades. Estaba dividido en dos regiones: Erebo, donde los muertos entran en cuanto fallecen y Tártaro, la región más profunda, famosa por ser morada eterna de los titanes. Era un lugar tétrico, oscuro y funesto, habitado de formas y sombras incorpóreas y custodiado por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de dragón y que Heracles pudo capturar. Había horrendos ríos que separaban el Hades de la tierra por los que se pasaba conducidos por el anciano Caronte. En algún lugar de toda ese tétrico mundo se situaba el palacio del dios Hades, con muchas puertas, y lúgubres almas deambulantes. En los infiernos se juzgaba la actuación de los muertos y se decidía su destino: el Elíseo para las buenas almas y el Tártaro para las malvadas.

[Retornar]


Fontes:

 

Para entrar em contato conosco, utilize este e-mail: adventistas@adventistas.com