Es Ahora El Momento de Hablar

Dr. Alberto R. Treiyer

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Leí con interés lo que algunos escribieron y las citas de E. de White que un hermano usa. Con tales declaraciones, quiero aclarar, varios líderes de la iglesia adventista se y han opuesto a toda declaración escrita o pública contra la Iglesia Católica, a los seminarios sobre el Apocalipsis que damos, indignando a los que predican con libertad y aprovechando esa libertad que tenemos.

Esas citas son claras. No debemos ser incendiarios, pero de ninguna manera acallar la voz. De lo contrario, jamás podríamos cumplir con la profecía que hará las más grandes denuncias registradas con anticipación en el Apocalipsis y en el libro El Conflicto de los Siglos. De paso, creo que esas citas tendrán validez aún mientras estemos dando las más claras amonestaciones al mundo en los momentos finales. No debemos levantarnos con furia para denunciar los pecados de otros, sino proclamar "con santo entusiasmo" las verdades que Dios nos dió para esta época, y que arrojan luz sobre lo que sucede. Por esta razón, el callarse en estos momentos es un acto de cobardía y falta de lealtad al cometido que Dios nos dio.

Las citas de E. de White que anunciaban la caída de varios edificios en NY, aunque se acaban de cumplir de una manera notable, tienen una dimensión mayor de lo que ocurrió en NY. ¿No se puede dar una nota de reflexión? El columnista del diario que entrevisté me dijo haber entendido perfectamente el espíritu de esas citas, y que iba a tener cuidado de no herir la sensibilidad tan grande que hay en estos momentos por lo sucedido. ¿Quién va a discutir con una mujer que murió hace prácticamente un siglo atrás? Es maravilloso que mientras el mundo busca luz en Nostradamus o falsos profetas de una década atrás, y aún en la Biblia malinterpretando algunas profecías, nosotros tengamos una orientación tan clara sobre el trasfondo de lo que ocurre.

El informe de la Asoc. Gral. se dio apenas ocurrieron los hechos. Es probable que muchos no hayan tenido en mente esas citas de E. de White. Pero aún los que las hayan recordado, saben cuán incendiarios son tantos grupos radicales que hay dentro de nuestra iglesia, y eso hace que no puedan expresarse abiertamente desde la perspectiva oficial de nuestra iglesia. Estarán pesando lo que digan teniendo en mente más esos grupos extremistas que al propio gobierno.

En medio de la guerra de Secesión en EE.UU., y cuando eran derrotados estrepitosamente los ejércitos del norte en Manassas, Virginia, con la sensibilidad más que al rojo en todos, Dios dio una visión a E. de White en donde explicó lo sucedido, diciendo que Dios estaba castigando a esta nación por el crimen de la esclavitud, y castigaría a ambos, al Norte por haber tolerado durante tanto tiempo ese crimen, y al Sur por no solo practicarlo, sino también por querer mantenerlo.

Para cuando el Titanic se hundió (comento a otro hermano), E. de White no existía ya. Pero nuestros pastores por todo el mundo tomaron ese hecho como una ilustración de cómo se dará la destrucción del mundo. Hagamos lo mismo ahora, ya que con ese propósito, se nos dijo, serían destruídos los grandes edificios no sólo de NY, sino de otras ciudades, sin previo aviso, aún antes de los juicios finales de Dios. No sea que los ángeles se sorprendan de nuestra insensatez y falta de responsabilidad ante la luz que se nos ha dado y frente a una demostración de los juicios de Dios tan notable que acaba de darse y que está sacudiendo al mundo entero, llamando a las conciencias de la gente por doquiera.

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