SEMANA DE ORACIÓN EN LA UAP - PASTOR STEPHEN BOHR Agosto, 2003. Título general : Un Ancla Inconmovible

TEMA No. 14 EL DOMINIO PERDIDO Y SU RECUPERACIÓN III Semana de Oración de la Universidad Adventista del Plata, Agosto, 2003, a cargo del Pastor Stephen Bohr. Transcripción : Humberto R. Treiyer (Nota : Este fue el cuarto y último de los temas para los estudiantes universitarios. Como lo hicimos notar antes, estos temas, cuatro en total, rompen un tanto la secuencia de los otros temas.)

1-Con este tema estaremos concluyendo el mensaje que nos ha estado ocupando durante las tardes, la pérdida de la posición real y del territorio por parte de nuestros primeros padres, y su recuperación por el goel, el "pariente cercano" o redentor.

2-La gran pregunta de Jesús a Sus discípulos.

Nos cuenta el evangelio que poco antes de Su muerte Jesús llevó a Sus discípulos a Cesarea de Filipo, una comarca muy hermosa. Esta ciudad, situada al pie del majestuoso Mte. Hermón, de cuya cima cubierta de nieve fluyen las aguas que dan origen al río Jordán, estaba poblada por Gentiles. Jesús tenía una pregunta trascendental para hacerles y eligió ese escenario para expresarla. Sin embargo, no la hizo en forma directa sino que la introdujo con una pregunta previa :

"¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?" (Mat 16 : 13.) La respuesta de ellos revela la existencia de varias opiniones : "Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas" (v. 14). Pero Jesús no estaba interesado en éso. Su pregunta era otra : "Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?" (v. 15). Fue Pedro quien contestó : "TÚ ERES EL CRISTO, EL HIJO DEL DIOS VIVIENTE" (v. 16). En otras palabras, ‘Tu eres el Mesías’. [Juan 1 : 41 : "Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).]

Pedro no sabía lo que estaba diciendo, pero lo que dijo recibió la aprobación de Jesús : "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mat 16 : 17, 18). Es decir, ‘Esto que acabas de confesar fue implantado en tu mente por el Espíritu Santo’. Seguramente Pedro se sintió halagado por la felicitación de Jesús.

3-¿Cuál era el concepto de los discípulos acerca de Jesús?

Que el Mesías vendría como un poderoso conquistador, que destruiría a los romanos y elevaría a los Judíos al ápice del mundo. Pero ¿cómo fue que continuó esa conversación de Jesús con Sus discípulos? "Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día" (v. 21) Cuando Jesús les habló de Su próxima muerte los discípulos cerraron sus mentes.

Nuevamente fue Pedro quien decidió hablar, pero no bajo la inspiración del Espíritu Santo : "Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres" (vv. 22, 23).

En esas circunstancias el grupo inició el viaje hacia Jerusalén. Si todo les había resultado extraño a los discípulos, las dos declaraciones de Jesús que cierran Mat 16, no contribuyeron a aclarar las cosas : "Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. DE CIERTO OS DIGO QUE HAY ALGUNOS DE LOS QUE ESTÁN AQUÍ, QUE NO GUSTARÁN LA MUERTE, HASTA QUE HAYAN VISTO AL HIJO DEL HOMBRE VINIENDO EN SU REINO" (vv. 27 y 28).

De hecho, todos ellos murieron hace siglos, y Jesús no ha venido todavía. Algunos eruditos sostienen que Jesús tenía un plan, pero que el mismo fracasó.

4-Pero la Biblia tiene una explicación muy superior a la de los eruditos que así piensan. La ofrece el cap. 17.

En el viaje a Jerusalén Jesús caminaba delante, mientras que los discípulos lo hacían un poco rezagados. Durante seis días no hablaron entre sí, apesadumbrados por la declaración de Jesús acerca de los padecimientos que le esperaban (Mat 16 : 21). Después de esos seis días llegaron al pie del Tabor, un cerro de unos 500 a 550 m de altura. Jesús lo subió con tres de Sus discípulos, los mismos tres referidos en 16 : 28 como los "algunos" : "hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino." Allí, sobre ese cerro, "se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz" (17 : 2)–el verbo está en voz pasiva, es decir "fue transfigurado" por otro.

El verbo es metamorfoo, indicándose así que experimentó una transformación. (Apo 1 : 16 : "su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza." ) Mar 9 : 3 : "sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos." Mat 17 : 3 : "Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él."

La Biblia dice que Moisés murió, y que fue enterrado por Dios–único hombre de quien se dice que fue sepultado por Dios. Deut 34 : 5, 6 : "Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy."

Los judíos marcaban el lugar de sepultura, pero no pudieron hacerlo con la de Moisés; sólo sabemos que fue en algún lugar del Mte. Nebo, . . . y a no mucha distancia desde donde Elías fuera trasladado al Cielo. Judas 9 ofrece la sorprendente historia de una batalla en los campos de Moab : "Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda." Moisés fue resucitado por el arcángel Miguel, Cristo Jesús.

No sólo Moisés apareció en la transfiguración de Cristo, sino también Elías--el primero como representante de los justos que serán resucitados, y el segundo, de los que serán trasladados sin ver la muerte.

2 Rey 2 : 11, 12 registra el extraordinario evento de la traslación de Elías : "Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes."

5-Mat 17 : 3 : "Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, HABLANDO CON ÉL."

Mateo no registró esa conversación, pero sí lo hizo Lucas (9 : 30, 31) : "Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías; quienes aparecieron rodeados de gloria, y HABLABAN DE SU PARTIDA, QUE IBA JESÚS A CUMPLIR EN JERUSALÉN."

El griego emplea la palabra "éxodo", conversaban acerca del éxodo de Jesús. Este vocablo nos lleva a unos 15 siglos atrás en el tiempo, a la noche del éxodo y de la muerte del cordero pascual, evento que marcó el fin del cautiverio en Egipto. Ahora Moisés y Elías hablaban con Jesús en relación al cumplimiento de aquel símbolo en Jerusalén. Al morir como Cordero pascual Cristo iba a liberar a la raza humana de la sevidumbre del pecado. Le describieron la agonía y los maltratos que habría de experimentar y lo animaron a seguir adelante, a la gloria.

Esa conversación fue un motivo de gran ánimo para Jesús. Y en esas circunstancias se oyó una voz desde el Cielo : "Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd" (Mat 17 : 5). De esta manera Dios demostró en tres formas que aprobaba el ministerio de Jesús : la Transfiguración, el envío de Moisés y Elías, y haciendo oir su voz desde el Cielo.

Poco tiempo después esos mismos tres discípulos habrían de ser testigos de la terrible agonía de Cristo en el Getsemaní. Por éso fue necesario que pudieran ver Su gloria en la Transfiguración, para fortalecer la fe de esos "algunos" mencionados en 16 : 28 : "hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que HAYAN VISTO AL HIJO DEL HOMBRE VINIENDO EN SU REINO." Sobre ese Monte contemplaron algo así como un mini reino de Cristo

6-¿Qué fue lo que pasó en el Mte. de la Transfiguración?

Para entenderlo mejor veamos 1 Tes 4 : 15, texto que se refiere a dos grupos entre los salvados : "Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que NOSOTROS QUE VIVIMOS, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a LOS QUE DURMIERON."

Los versos 16 y 17 complementan el pensamiento : "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y LOS MUERTOS EN CRISTO RESUCITARÁN PRIMERO. LUEGO NOSOTROS LOS QUE VIVIMOS, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor."

Ambos grupos estuvieron representados por Moisés y Elías en ese mini reino manifestado en la Transfiguración. Pedro, el discípulo que murió crucificado cabeza abajo, al escribir su segunda carta recordó la vivencia de la Transfiguración y lo que había representado para él : "Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como HABIENDO VISTO CON NUESTROS PROPIOS OJOS SU MAJESTAD. PUES CUANDO ÉL RECIBIÓ DE DIOS PADRE HONRA Y GLORIA, LE FUE ENVIADA DESDE LA MAGNÍFICA GLORIA UNA VOZ QUE DECÍA: ESTE ES MI HIJO AMADO, EN EL CUAL TENGO COMPLACENCIA. Y NOSOTROS OÍMOS ESTA VOZ ENVIADA DEL CIELO, CUANDO ESTÁBAMOS CON ÉL EN EL MONTE SANTO."

Pedro les dice a sus lectores : ‘El reino de Cristo no es fábula, no es un mero invento, no. Yo vi "su majestad" con mis propios ojos. Si alguno duda la realidad de la Segunda Venida, nosotros la vimos anticipadamente.’ Con todo, continúa el apóstol, hay algo que supera la experiencia personal, algo más confiable que el testimonio de los ojos y de los oídos : "TENEMOS TAMBIÉN LA PALABRA PROFÉTICA MÁS SEGURA, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones" (v. 19).

Sí, la profecía es más segura que el testimonio de los sentidos. Si la profecía anticipa algo, no debemos dudar, "porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (v. 21).

7-De acuerdo a las profecías Cristo muy pronto establecerá Su reino, muy pronto recuperará en forma definitiva el dominio perdido por Adán y Eva.

Será un reino en el que no habrá más crimen, no más cárceles, no más hospitales, no más divorcios, no más riñas y peleas. Lo más importante del Cielo no son las calles de oro, no son las piedras preciosas, no es el árbol de la vida, no es la reunión de las familias, no es el re-encuentro con amigos que murieron.

Todo ésto está muy bien, pero lo que más me importa es estar con Él--como lo expresara Pablo, "Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y ASÍ ESTAREMOS SIEMPRE CON EL SEÑOR" (1 Tes 5 : 17). Poco antes de ser ejecutado, mientras estaba encerrado en ese verdadero sepulcro, la Cárcel Mamertina, el apóstol volvió a expresar la misma Esperanza : "Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás , me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; Y NO SÓLO A MÍ, SINO TAMBIÉN A TODOS LOS QUE AMAN SU VENIDA" (2 Tim 4 : 8).

8-Apelación.

¿Creen Uds. realmente en Su venida? ¿Predican la Segunda Venida de Cristo? ¿La aman verdaderamente? 1 Cor 2 : 9 : "Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman." ¿Amamos Su Venida? La Biblia nos dice que el nombre de la Nueva Jerusalén será cambiado : Eze 48 : 35 : "

Y EL NOMBRE DE LA CIUDAD DESDE AQUEL DÍA SERÁ JEHOVÁ-SAMA." ¿Qué quiere decir "Jehová-sama"? ¡"Jehová está allí"! Apo 21 : 1-5 : "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: HE AQUÍ EL TABERNÁCULO DE DIOS CON LOS HOMBRES, Y ÉL MORARÁ CON ELLOS; Y ELLOS SERÁN SU PUEBLO, Y DIOS MISMO ESTARÁ CON ELLOS COMO SU DIOS.

Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas." El énfasis de estos pasajes está en que Dios morará con nosotros, ¡que Dios trasladará el Cielo a la tierra! Sí, aquí en nuestro planeta, donde se perdió el reino dado por Dios a nuestros primeros padres, habrá de establecerse la capital de todo el universo de Dios.

No perdamos por nada la oportunidad y privilegio de vivir en ella con el Señor. Todo gracias al goel, al "pariente cercano", el Redentor : "¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro; que con cincel de hierro y con plomo fuesen esculpidas en piedra para siempre!

YO SÉ QUE MI REDENTOR [mi goel] VIVE, Y AL FIN SE LEVANTARÁ SOBRE EL POLVO; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne HE DE VER A DIOS; AL CUAL VERÉ POR MÍ MISMO, Y MIS OJOS LO VERÁN, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí" (Job 19 : 23 - 27).

Y ¿qué acerca de ti? ¿Planeas estar con Jesús? ¿Planeas vivir en Su reino? ¿Estás haciendo planes pare encontrarte con tu Señor? Para ello necesitas ingresar ahora en la familia de Jesús mediante el bautismo. Etc.

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