Conclusiones sobre la Declaración Católico-Luterana de la Justificación

Es interesante notar como el Cap. 36 de Conflicto de los Siglos nos habla del protestantismo que se romaniza... Les invito a leer ese cap 36 y compararlo con estas conclusiones a las que llega un reconocido teologo español... Maranata, El Señor viene! - Jose D. Jimenez

MADRID. 26 julio 2000 (idea/icpress). - Este artículo es un resumen de las conclusiones de un profundo y concienzudo estudio realizado por José Grau acerca de la Declaración católico-luterana de la justificación. Grau, que muestra sus claras diferencias con el contenido de la Declaración, es una de las máximas autoridades sobre catolicismo romano en el protestantismo español.

El artículo "La Declaración católico-luterana acerca de la justificación" ha sido publicado en la revista Idea (mayo-agosto, nº 2-2000) de la Alianza Evangélica Española (AEE). El autor, José Grau, es un reputado teólogo, experto en doctrina católico-romana, siendo autor de la obra "Catolicismo romano, orígenes y desarrollo (2 vols., Ediciones Evangélicas Europeas, Barcelona 1990). Esta obra es una de las máximas referencias españolas a la doctrina de la Iglesia católico-romana (ICR) desde una perspectiva protestante.

Lo que ofrecemos a continuación es un resumen con frases literales de la sección de "Conclusiones" de su artículo, tras cinco páginas de análisis y discusión. Si desea pedir la revista Idea con el artículo completo, puede dirigirse a la AEE en el correo electrónico aee@lander.es.

En cuanto a conclusiones teológicas, es evidente que el Documento constituye un paso importante en el camino del sincretismo. El debate bíblico queda reducido a una cuestión de especialistas "sui generis" que parecen tener los resortes para mantener una constante ambigüedad e imprecisión en una doctrina que el Nuevo Testamento ordena proclamar con toda claridad y nitidez.

En última instancia, el acuerdo básico a que llega el Documento oficial común emitido por la Federación Luterana y la ICR, es de dejar de condenarse mutuamente... Aunque lo interpreten diferentemente. (Así), este documento se suma al coro de voces del relativismo moderno que nos asegura que no hay tal cosa como "verdades absolutas", ni siquiera en aquellos puntos fundamentales del mensaje del Evangelio.

De hecho, más que "protestantizar" Trento - como quería Hans Küng - se ha llegado a "romanizar" el luteranismo. Si uno lee bien este escrito pronto se dará cuenta de que las tesis de Trento subsisten bien afirmadas aunque sea con un lenguaje lleno de sutilezas semánticas y vaguedades teológicas. En cambio, resulta difícil, en buena parte del Documento, discernir el testimonio luterano auténtico, es decir el luteranismo de Lutero.

Desde perspectivas bíblicas protestantes y luteranas, un acuerdo que vindica el relativismo, el sincretismo y la confusión teológica dentro, eso sí, de coordenadas vaticanas, resulta intolerable. Nos hallamos ante otro claro ejemplo de la clase de ecumenismo que propone Roma.

El documento católico-luterano no brinda nada suficientemente atractivo, teológica ni bíblicamente, como para dejar la herencia de la Reforma. Desgraciadamente el legado de la Reforma dice bien poco a muchos evangélicos en la actualidad, tan poco que no se plantean siquiera el dilema de tener que elegir entre la doctrina reformada, luterana, y bíblica, sobre la justificación por la fe, y las nuevas propuestas del diálogo católico y pseudoluterano. Y así nos va.

Me siento llamado humildemente a confesar que la Biblia es la fuente de nuestra vida, de nuestro pensamiento y de nuestra piedad. Porque la Escritura es anterior al dogma, en el sentido de que toda elaboración doctrinal tiene que derivar de ella. La Escritura es el documento del que se sirve Dios para suscitar y alimentar tanto nuestra fe como nuestra teología. - ICPress: Agencia de Noticias del Instituto de Comunicación Protestante (ICP)

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