El Vaticano Afirma de "Forma Infalible" que la Iglesia Católica es la Única y Verdadera Iglesia

  • La FEREDE declara que ninguna Iglesia es propietaria de la obra de Cristo
  • El CMI tacha de tragedia las discusiones entre las iglesias acerca de su respectiva autoridad

EL VATICANO AFIRMA DE "FORMA INFALIBLE" QUE LA IGLESIA CATÓLICA ES LA ÚNICA Y VERDADERA IGLESIA

ROMA, 5 de septiembre de 2000 (abc/icpress). Mediante la declaración "Dominus Iesus", presentada explícitamente como infalible, la Santa Sede recordó ayer que sólo la Iglesia católica es la verdadera y que el diálogo con otras religiones no significa un reconocimiento paritario. El tono severo del documento provocó quejas inmediatas de la Iglesia anglicana y protestante, y recelo de las Iglesias ortodoxas al día siguiente de las protestas judías por la beatificación de Pío IX.

El documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe reafirma que "existe una única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él", y reconoce a las iglesias ortodoxas el carácter de "verdaderas iglesias particulares" puesto que mantienen la sucesión episcopal apostólica y la Eucaristía.

Respecto a las iglesias anglicana, luterana y las confesiones protestantes, la declaración añade que "por el contrario, las Comunidades eclesiales que no han conservado el Episcopado válido y la genuina e íntegra sustancia del misterio eucarístico, no son Iglesia en sentido propio". Desde Londres, el jefe de la Iglesia anglicana, arzobispo George Carey, advirtió que "el documento no refleja la profunda comprensión lograda a través de la cooperación y el diálogo ecuménico en los últimos treinta años. Si bien el documento no forma parte de ese proceso, la idea de que la Iglesia anglicana y las demás Iglesias no sean "verdaderas Iglesias" parece poner en discusión los considerables avances ecuménicos que habíamos logrado".

El malestar surgió ya el lunes por la filtración de una carta confidencial del cardenal Ratzinger en la que advierte a los presidentes de las conferencias episcopales que no puede considerar la confesión anglicana entre las "Iglesias hermanas", término reservado tan solo a las ortodoxas y ni siquiera a esas en sentido estricto pues "la Iglesia universal, una, santa, católica y apostólica no es hermana sino madre de todas las iglesias particulares".

En realidad, tampoco es nuevo el contenido de la declaración "Dominus Iesus", pues la Iglesia católica siempre se ha definido como la única verdadera. Fue novedoso, en cambio, el énfasis en el carácter infalible del documento.

A primera vista, el lenguaje de la declaración "Dominus Iesus" contrasta con el decreto sobre ecumenismo del Concilio Vaticano II, la línea amistosa de la encíclica "Ut Unun Sint" y las muestras de respeto a otras religiones que Juan Pablo II prodiga en sus viajes. - ICPRESS

LA FEREDE DECLARA QUE NINGUNA IGLESIA ES PROPIETARIA DE LA OBRA DE CRISTO

MADRID, 6 de septiembre de 2000 (icpress). Ante el documento hecho público en el día de ayer por el cardenal Josep Ratzinger, responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Iglesia católico-romana (ICR), en el que se afirma que la religión católica es la única Iglesia depositaria del mensaje de Cristo, la FEREDE ha hecho público un Comunicado de Prensa que a continuación transcribimos.

"1.- La Iglesia cristiana protestante se siente parte de la única Iglesia que Cristo fundó. Ninguna Iglesia o institución cristiana es propietaria ni mediadora de la obra salvífica realizada por Cristo.

En este sentido, el protestantismo entiende que el cristianismo surge de una relación vital con el Cristo bíblico que trasciende a las instituciones eclesiásticas humanas. La obra de Cristo no está contenida ni puede ser monopolizada por ninguna entidad, sino que reside en la misma persona de Cristo.

Por lo tanto, estamos en total desacuerdo con la afirmación del mencionado documento del Vaticano: "Existe una única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia Católica, gobernada por el sucesor de Pedro (los Papas) y por los Obispos en comunión con él", mientras que los movimientos cristianos que no aceptan la doctrina católico-romana sobre el papado "no son Iglesia en sentido propio".

2.- Entendemos que la reciente beatificación de Pío IX y Juan XXIII manifiesta la existencia de dos grandes tendencias dentro del actual catolicismo romano: uno conservador y otro aperturista. Con el presente documento de la ICR interpretamos que el grupo más conservador es el que dirige el Vaticano, siendo claramente antiprotestante.

No podemos dejar de sorprendernos por una posición contraria a la establecida en los últimos intentos de acercamiento ecuménico hacia la Iglesia protestante realizados desde el pontificado de Juan Pablo II. Esta situación, junto al contenido del documento, origina no sólo un golpe al diálogo ecuménico, sino que además abre una brecha de muy difícil solución.

3.- Mantenemos el más absoluto respeto al derecho de expresión de la ICR en defensa de su propia identidad y posición teológica. Sin embargo, desde ese mismo respeto, manifestamos nuestro dolor por una postura en la que no sólo se busca afirmar la identidad católico-romana, sino en la que también se niega la identidad y condición de Iglesia al movimiento cristiano protestante."

La FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas o protestantes de España) es la representante legal ante el Estado español de las Iglesias evangélicas españolas. ICPRESS

EL CMI TACHA DE TRAGEDIA LAS DISCUSIONES ENTRE LAS IGLESIAS ACERCA DE SU RESPECTIVA AUTORIDAD

BERNA. 6 septiembre 2000 (cmi/icpress). En una primera reacción a la Declaración Dominus Iesus el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) afirma la importancia de un diálogo ecuménico auténtico, y de un testimonio cristiano común por lo que respecta a los problemas con que se enfrenta el mundo hoy. Esta es la primera reacción del CMI a la Declaración Dominus Iesus publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma hoy, martes 5 de septiembre de 2000.

El mundo se enfrenta hoy con muchos problemas éticos y sociales que requieren un testimonio cristiano común y fidedigno, en particular la globalización, el testimonio profético y la misión. "Sería verdaderamente una tragedia", declaró Tom Best, miembro del personal del Equipo de Fe y Constitución del CMI."Si ese testimonio a un mundo dolido se viera menoscabado por discusiones entre las iglesias acerca de sus respectivas autoridad y condición -  por más importantes que sean", dijo.

"Todas las iglesias se han beneficiado enormemente con la reciente entrada - gracias al Concilio Vaticano II en el decenio de 1960 - de la Iglesia Católica Romana en el Movimiento Ecuménico", añadió Best.

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una comunidad de 337 iglesias, procedentes de más de 100 países de todos los continentes y de la mayor parte de las tradiciones cristianas. La Iglesia Católica Romana no es una iglesia miembro pero mantiene relaciones de cooperación con el CMI. Se constituyó oficialmente en 1948 en Amsterdam (Países Bajos). ICPRESS

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