La Apostasía Omega - 2

Dr. Juan Carlos Canale

Charla pronunciada en Estados Unidos. El Dr.Juan Carlos Canale es Argentino.

 

Se acuerdan que hay una cita que dice, que aquellos que puedan vencer el apetito van a vencer todas las demás tentaciones de Satanás. ¿Se da cuenta? A la Nueva Teología no le importa vencer todas las tentaciones de Satanás, porque para ellos, según ellos dicen y según ellos creen, es imposible. Entonces para qué vamos a vencer el apetito, si no nos sirve de nada. ¿Se dan cuenta? La Nueva Teología está en contra de la Reforma Pro-Salud.

Ellos también dicen que es imposible guardar la ley de Dios. Y esto lo vamos a estudiar, porque esto es algo que no es bíblico. Y que no es divino. Vamos a ver primero qué dice la Biblia con respecto a la perfección. ¿Es posible la perfección? ¿Es posible vivir sin pecado? O no. Si ustedes dicen que sí, pero ustedes no son la Biblia. Perdón. Vamos a ver la Palabra de Dios. Estoy de acuerdo con ustedes, pero yo quiero creer lo que dice la Palabra de Dios, no lo que dicen los hombres. Los hombres dicen, algunos, muchos, que no se puede llegar a la perfección.

En Mateo 5:48 dice, sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Cristo lo dijo. Yo lo creo. Ahora, algunos dicen que esto no significa vivir sin pecado. Bueno, lo vamos a estudiar. Lo vamos a estudiar ahora mismo. No se vayan. No deje que el apetito los haga irse más temprano.

En Apoc. 3:21. ¿Se puede vencer o no se puede vencer? Se puede vencer. Hay muchos que dicen que no se puede vencer. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en Mí trono, así como Yo he vencido, y me he sentado con Mí Padre en Su trono. Al que venciere. ¿Se puede vencer o no? ¿Vale la pena vencer? ¿Cuántos de ustedes estuvieron en la Casa Blanca? Yo estuve en la Casa Blanca dos veces, visitando. Uno puede ir y visitar. Y lo llevan a uno por, digamos por un lugar que ellos quieren que uno vaya. Uno no puede andar por todas partes. Lo van controlando para que vaya por un pasillo. Y yo pensaba: ¡Cómo me gustaría ser amigo del Presidente! Yo podría ir por todas partes. ¡Qué importancia! Este es un edificio importante. Porque aquí está el Gobierno del país más importante y poderoso del mundo. Ser amigo del Presidente. Saben que aquí acabamos de leer que no vamos a ir a la Casa Blanca, sino que nos vamos a sentar con Cristo en Su trono. Si yo soy amigo del Presidente, yo no soy el Presidente, pero nosotros vamos a ser todos presidentes y presidentas. Si vencemos. Con Cristo vamos a ser reyes y reinas. Y vamos a ser reyes no de un país, que se está viniendo abajo, perdonen que se los diga, si bien está mejor que otros países, vamos a ser reyes y sacerdotes con Dios en el cielo. ¿Qué les parece hermanos? Por eso Satanás no quiere que pensemos que se puede vencer. Por eso la Nueva Teología nos dice no se puede vencer. ¿Por qué? Porque él no quiere que nos sentemos con Cristo en Su trono.

El Señor es bueno. Creamos lo que Él nos dice. Dice la Biblia que se puede vivir sin pecado. 1 Juan 3:5-9. Lean todo el capítulo hermanos. Pero ahora, por falta de tiempo, vamos a leer únicamente unos pocos versículos.

Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados y no hay pecado en Él. Fíjense. No dice para perdonar nuestros pecados, si bien los perdona, es verdad, sino para quitar nuestros pecados. Ahora, si yo soy pecado por naturaleza, como dicen algunos, Él no me puede quitar el pecado. Sino me saca una pierna, o quizás un brazo. Si yo soy pecado, me quita el pecado, me quita a mí. Pero Él va a quitar nuestros pecados.

Sigamos. Todo aquel que permanece en Él no peca. Todo aquel que peca, no le ha visto ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe. El que hace justicia es justo. Como Él es justo. El que practica el pecado es el diablo. Porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

Acá no dice que no peca, dice que no puede pecar. ¿Puede alguno volar? ¿Por qué no pueden volar? No tienen alas. No son pájaros. Yo tampoco puedo volar. De la misma manera, el que nace de nuevo, y que mantiene su conexión con Dios, no puede pecar. Yo a veces he tratado de pecar y no he podido. A veces. Yo lo he visto. Me he desanimado. Pero no puedo. No quiere decir que yo esté viviendo sin pecado. No me interpreten mal. A veces caigo. ¿Por qué? Porque es un proceso que el Señor está realizando. Es un proceso de sellamiento. Y ninguno puede decir, yo estoy sin pecado. Ni lo va a decir en el momento del sellamiento. No es asunto de decir yo estoy sin pecado. No mis hermanos. Yo tengo que pedir perdón a Dios, por mis pecados. Pero hay veces en que yo no he podido pecar. Ustedes lo han visto. Dios nos da la naturaleza divina. Eso se encuentra en la segunda epístola de Pedro. Y ahí doce que podemos vencer todo pecado. Fíjense qué más. Judas 24. No somos nosotros por nuestras propias fuerzas que podemos vencer al pecado, sino que es Dios el que nos guarda sin caída. Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de Su gloria con gran alegría.

¿Qué dice allí? Que Dios es poderoso. Ustedes saben que hay dos dioses. Hay dos, no hay uno. Hay el Dios de la Biblia y está el dios de la Nueva Teología. El Dios de la Biblia es un Dios poderoso, que a mí, un pecador sin esperanza, me puede mantener sin caída. Está el dios de la Nueva Teología que no puede hacer mucho. Puede perdonar los pecados, pero no puede cambiar. No nos puede hacer a Su semejanza.

Hay muchos que dicen que la Biblia al decir, sed pues vosotros perfectos, porque vuestro Padre que está en los cielos es perfecto, no se está refiriendo a la perfección del carácter y al vivir sin pecado, ¿sino que se está refiriendo a qué? A ser un cristiano completo. Porque esa palabra en griego puede significar muchas cosas. Puede significar perfecto, maduro, completo. Ahora le pregunto, ¿un cristiano completo peca? ¿Un cristiano maduro va a pecar?

¿Vieron una fruta madura? Una fruta madura está deliciosa. No está ni podrida ni verde. Un cristiano maduro, es un cristiano perfecto. Un cristiano que no peca. Y el Señor está usando la obra de la Reforma Pro-Salud para purificar a Su pueblo. Por supuesto, no es todo. La sangre de Cristo, la comunión con Dios, la obra del Espíritu Santo. La obra de Dios para la redención es una obra hermosa que se está realizando en este momento en el santuario, pero al mismo tiempo que se realiza en el santuario, se está realizando en nuestros corazones. Y cuando Cristo cierre el santuario, Él va a haber terminado la obra en nosotros. Y no vamos a pecar más. Si nosotros somos parte del pueblo de Dios en ese momento. Algunos llegarán antes. Algunos quizás ya hayan llegado. Unos han pasado al descanso. Pero en ese momento no va a haber ni uno solo. Y estaba mencionando aquí al Pr. Schmidt, que fue pastor en la Asociación General por mucho tiempo, de los pecados de ignorancia. Él decía que una persona en Nueva Guinea, que no tuvo mucha luz, si sigue la luz que él tuvo, se va a salvar.

Ahora qué pasa con ese indígena de Nueva Guinea si se cerró el santuario y comete un pecado. ¿Hay perdón o no hay perdón para ese pecado de ignorancia? El pecado de ignorancia se perdona por medio de la intercesión de Cristo en el santuario, lo mismo que el pecado cometido a sabiendas y arrepentido. O sea antes que Cristo pueda salir del santuario, ese indígena en Nueva Guinea, que se va a salvar, tiene que tener toda la luz. El Señor le tiene que mostrar cuáles son sus pecados de ignorancia para que se arrepienta, pida perdón, y por la gracia y el poder de Cristo los venza. Por eso es que el evangelio tiene que ir a todo el mundo. Si no va el evangelio a todo el mundo, ese indígena no va a conocer el Mensaje del Tercer Ángel, no va a poder guardar los mandamientos de Dios, no va a poder ser sellado, y no se puede cerrar el santuario. Eso lo vamos a ver un poco más adelante, porque ahora estamos hablando acerca de Mateo 5:48.

Yo busqué las referencias en el CD del Espíritu de Profecía con respecto a ese versículo. Usted puede poner esas palabras y salen todas las referencias que hizo la hermana White. Yo estaba interesado en saber si ella también interpretaba esto como algo distinto que la perfección del carácter. En ninguna de las referencias ella menciona eso. Pero encontré cosas muy interesantes que voy a compartir con ustedes.

Ustedes saben que la Nueva Teología dice que es imposible obedecer la ley de Dios. La Nueva Teología. El error. El Calvinismo. No la hermana White. Veo que se me están durmiendo. Vamos a ser claros. La Nueva Teología, el error que se ha introducido dentro de la iglesia, dice que no se puede guardar la ley de Dios. ¿Saben quién fue el primero que dijo eso?

En St del 16-01-1896 dice así: Satanás declaró que era imposible para los hijos e hijas de Adán guardar la ley de Dios. Y por lo tanto, acusó a Dios de falta de sabiduría y de amor. Si ellos no podían guardar la ley de Dios, entonces había una falla en el dador de la ley. Presten atención. Hombres que están bajo el control de Satanás repiten estas acusaciones contra Dios, al decir que los hombre no pueden guardar la ley de Dios. Esto no lo digo yo. Yo no podría decir que alguien está bajo el control de Satanás. Y hay muchos en nuestra iglesia, en lugares muy altos, que están repitiendo esta mentira de Satanás. ¿Puedo decir yo que están controlados por Satanás? ¿Puedo decir que están endemoniados? Bueno, Pedro, se acuerdan que una vez, él era un discípulo de Cristo. Llegó a ser un apóstol de Cristo. Sin embargo, una vez trató de disuadir al Señor de que fuera a Jerusalén a ser crucificado. ¿Y quién era el que lo estaba controlando? Satanás. Y Cristo le dijo, vete Satanás. Le dijo a Pedro. O sea que el hecho de que una perdona pueda estar hablando esto, y pueda estar repitiendo las mentiras de Satanás, no quiere decir que esta persona se va a perder o esté endemoniada. Sino que simplemente está en una situación similar a la que estaba Pedro en ese momento. Oremos por ellos, no los critiquemos, no los juzguemos.

Ahora, les hago una pregunta. El Señor nos pide que obedezcamos Su ley. Muy bien. Ahora, digamos que la ley de Dios no la podemos obedecer. La ley de Dios es la ley del Gobierno de Dios. ¿Cierto? Ahora, todos los Gobiernos tienen leyes. Díganme un Gobierno que haya puesto una ley que no se pueda obedecer. Aquí tenemos una ley, que aquí, en esta calle, no se puede ir a más que 55 millas por hora o 80 Km/hora. ¿Se puede obedecer o no se puede obedecer? ¿Se puede? Se puede. Cualquiera puede ir a 55 millas por hora. ¿La obedecemos siempre o no? Bueno, ¿de quién es la culpa? ¿Del Gobierno? Nuestra. Ahora si hubiera una ley que la velocidad mínima son 600 millas por hora, o 900 Km/hora, velocidad mínima, no se puede ir a menos que eso, ¿es posible o no es posible? En automóvil no se puede. Esa sería una ley irrazonable. Nos reiríamos del Gobierno. Diríamos, ¿qué está pensando esta gente? Han estado tomando antes de ir al Congreso. Sin embargo dicen eso de Dios. Y que Dios nos ha dado una ley que no podemos obedecer.

Ahora, es verdad que cuando Satanás pecó perdimos la capacidad interior de obedecer la ley de Dios. Pero Cristo nos da la solución. Cristo nos hace participantes de la naturaleza divina, para que podamos vencer todo pecado y podamos obedecer la ley de Dios. No repitamos las acusaciones de Satanás.

¿Sabe lo que pasa? Esta Nueva Teología no enfoca el poder de Dios. ¿Qué enfoca? La debilidad del hombre. Si ustedes se ponen a pensar en la debilidad del hombre, ustedes no van a ponerse a pensar en el poder de Dios.

Ahora, le hago una pregunta. Un ejemplo. Digamos que aquí detrás de este edificio, hay un tremendo tronco de un secuoia. Así de grande. Y que tiene más o menos unos 3 m de largo y que pesa 3 toneladas. Y viene un señor flaquito y dice, si yo lo puedo mover. ¿Le van a creer? Ustedes no le creen. Bueno, ¿saben lo que hace el señor? Aquí en el otro lado, tiene una tremenda grúa. Se mete a la grúa se da vuelta y lo mueve. ¿Entienden? La debilidad del hombre. Nadie va a pensar que ese hombre puede mover eso. Pero con el poder de Dios, el poder de Dios puede mover cualquier cosa. Montañas de dificultades. Puede mover todos los gigantes del pecado que tenemos en nuestra vida.

Veamos lo que dice en Efe. 3:16-20. En esto tenemos que meditar, no en nuestra debilidad. Debemos reconocer que somos débiles, que somos pecadores, pero debemos mirar a Cristo. Esa es la solución. Para que os de conforme a las riquezas de Su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu, el poder de Dios. Para que habite Cristo por la fe en vosotros, en vuestros corazones, a fin de que arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Les hago una pregunta. Una persona que está lleno de toda la plenitud de Cristo, de Dios, ¿va a tener fuerza para vencer el pecado? ¿Para vencer el apetito? ¿Para vencer a eso que nos tira de adentro? Amen. La va a tener. Versículo 20. Y aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder de Dios, que actúa en nosotros. El poder de Dios actúa en nosotros. Nosotros no tenemos poder. Como ese hombre que siendo muy pequeñito no podía mover ese gran tronco. Pero Dios, Su poder actúa en nosotros. Y así es como nosotros podemos vencer al pecado. Dice mucho más abundantemente de lo que pedimos. Imaginémonos lo más que podemos pedir. Es mucho más abundante que esto.

Ahora, en la página 133 del librito A Fin De Conocerle, dice así: ante el mundo Dios nos está desarrollando como testigos vivientes de lo que pueden llegar a ser los hombres y las mujeres por la gracia de Cristo. Por la gracia de Cristo, no por entrenamiento. No porque yo me esfuerce. Si bien debemos esforzarnos, pero por la gracia de Cristo llegamos a eso. Se nos manda que nos esforcemos en procura de la perfección del carácter.

Yo le pregunto, ¿si yo me esfuerzo para lograr la perfección del carácter, lo voy a lograr? No. Es decir. Sin la ayuda de Dios. ¿Lo voy a lograr? Cuando estamos en el ejército nos decía el sargento que saltemos y toquemos la luna. No way dicen aquí. No se puede. Vaya decirle eso al sargento. Lo manda al calabozo. En el ejército hay que obedecer. Entonces todos saltábamos y pretendíamos que queríamos tocar la luna, y por supuesto que sabíamos que no la íbamos a tocar. Porque nos estaban pidiendo algo imposible. ¿Pero debíamos que? Esforzarnos.

De la misma manera el cristiano que se esfuerza para vencer el pecado, no lo puede hacer. Sin embargo Dios nos muestra que lo hagamos. Pero mire lo que pasa después. Dice el Maestro divino, sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los Cielos es perfecto. ¿Es Cristo como ese sargento que toquemos la luna? Mire lo que dice acá: ¿Nos martirizaría Cristo requiriéndonos una imposibilidad? Nunca, nunca. Es un honor el que nos confiere al instarnos a ser santos en la esfera de él. Puede capacitarnos para lograrlo, pues declara, toda potestad me es dada en el Cielo y en la tierra. Tenemos el privilegio de ese poder ilimitado.

Si ese sargento hubiera tenido el poder que tiene Cristo, al saltar hubiéramos tocado la luna. Cristo no hace ese tipo de cosas. Pero vemos milagros en la vida. ¿Se acuerdan de Sara? ¿Esa posible para una mujer ya anciana tener un hijo? No es posible. Sin embargo, para Dios nada es imposible. Cuando Dios nos pide algo, es porque Él nos va a dar la fuerza para hacerlo.

Ahora, otros dicen, que la perfección no significa impecabilidad. ¿Qué es impecabilidad? Impecabilidad es la condición de vivir sin pecado. Como tenía Adán antes de pecar. Una condición de impecabilidad. ¿Qué es lo que dice el Espíritu Santo? En Maranata, página 222, dice así: todo el que cumpla por la fe los mandamientos de Dios alcanzará el estado de impecabilidad en que vivía Adán antes de la caída. Aquí dice algunos como Enoc, o como Elías, o como algún santo por allá en algún otro lugar? No. Todos. Lo voy a repetir, porque esta es una de las citas más importantes, que nos aclara que lo que la Biblia dice, lo dice.

Porque hay muchos que dicen, la Biblia dice sed perfectos, pero significa otra cosa. Porque no se puede. La Biblia dice que Dios puede guardarnos sin caída, pero significa otra cosa. La Biblia significa lo que dice. Todo el que cumpla por la fe los mandamientos de Dios alcanzará el estado de impecabilidad en que vivía Adán antes de la caída. Y hay otra cosa más importante. O quizás más importante para nosotros. 3MS:411. La Nueva Teología no tiene fe suficiente para pensar que Dios o Cristo lo puede guardar del pecado. ¿Saben que el que no tiene esa fe no va a entrar al reino de los cielos? El que no tiene suficiente fe en Cristo para creer que Él puede guardarlo del pecado, no tiene la fe que le dará entrada en el reino de Dios. Yo no puedo agregar más hermanos. Lo que dice el Espíritu Santo es suficiente.

Veamos qué relación tiene esto con la Reforma Pro-Salud. En Dios Nos Cuida, página 121, este fue un devocional, dice así: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio. Glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu que son de Dios. Esa perfección de carácter que el Señor requiere es la preparación de todo el ser como un templo para la morada del Espíritu Santo. Dios no aceptará nada menos que el servicio de todo el organismo humano. No basta poner en acción algunas partes de la maquinaria viviente. Todas las partes deben trabajar en armonía perfecta o el servicio será deficiente. Así es como el hombre es calificado para cooperar con Dios, representando a Cristo ante el mundo. Así Dios desea preparar a un pueblo que esté delante de Él, puro y santo, para poder introducirlo en la sociedad de los ángeles celestiales. Se nos ha confiado el mensaje más solemne dado alguna vez al mundo, y el objeto que debe mantenerse claro y distintamente ante nuestras mentes, es la gloria de Dios.

Muchos de nosotros nos ponemos a pensar en nuestra salvación y pensamos demasiado en nuestra salvación. Nos vamos a salvar. Nonos vamos a salvar. Yo no puedo ser perfecto. Yo soy un pecador. Y cuanto más nos damos cuenta de que somos pecadores, más nos damos cuenta que sería un milagro, y va a ser un milagro de Dios, que podamos vencer. Ninguno de nosotros, ni el más fuerte, tiene fuerza para vivir sin pecado. Pero qué es lo que dice acá. Debemos tener delante de nuestra mente, la gloria de Dios. Cuidemos de no hacer nada que debilite nuestra salud, física, mental o espiritual. Porque Dios no acepta un sacrificio manchado, enfermo y corrompido. Debemos ejercer cuidado en el comer, en el beber y en el trabajar, para no rebajar nuestra eficiencia.

Aquí vemos la relación entre el servicio eficiente, entre la perfección y la Reforma Pro-Salud. Es nuestro deber adiestrar y disciplinar al cuerpo, a fin de rendir al Maestro el servicio más elevado posible. No debemos dejarnos controlar por las inclinaciones.

Hay muchos que dicen que Cristo no tenía inclinaciones como las nuestras. Pero aquí no dice que debemos dejar de tener inclinaciones, sino que no debemos dejarnos controlar por las inclinaciones. ¿Saben que el Espíritu de Profecía dice que cuando Satanás le mostró todos los reinos de la tierra a Cristo, su inclinación lo llevó a desear eso? Pero dice que lo miró y enseguida miró para el otro lado y rehusó mirar ese espectáculo. Él no estaba mirando ahí, oh que lindo que está eso, pero no, no lo voy a tener, como hacemos muchos. Pasamos por la heladería y en vez de pasar rápido y no comer helados, nos ponemos a mirar, bueno no lo voy a comer, pero voy a mirar un poco. No hermanos. Eso es permitir la tentación. Cristo no pudo evitar la tentación, porque Satanás se la puso ahí. Y si Él no la hubiera deseado, no habría sido tentación.

Les hago una pregunta. ¿Cuántos de ustedes están con hambre ahora? ¿Cuántos están tentados de comerse este micrófono? ¿Por qué no están tentados? No es una tentación. Bueno, si Cristo no hubiera estado tentado, no le hubiera gustado al ver todo eso, no hubiera sido tentación. O sea que Él fue tentado, él lo deseó, pero la tentación no llegó a ser pecado. Se dio cuenta, se dio vuelta para el otro lado. Cuando hay tentación debemos mirar para otro lado. Si no podemos mirar para otro lado, cerrar los ojos. y si estamos manejando el carro y no podemos cerrar los ojos, y ahí está la tentación, debemos orar a Dios, elevar los ojos de la fe a Dios. Dios nos puede librar de la tentación. Pero si nosotros vamos al cine o miramos la televisión, para buscar la tentación, Dios no nos va a librar. ¿Se dan cuenta? Satanás nos va a poner la tentación delante, aunque no miremos televisión, aunque no vayamos al cine, aunque no vayamos a la playa nudista. Pero Dios nos va a dar fuerza para vencer.

Estamos aquí donde habla de las inclinaciones. Dice, no debemos dejarnos controlar por las inclinaciones. Cristo nos dio el ejemplo. Él no se dejaba controlar por esa naturaleza caída que Él había recibido. No debemos dejarnos dominar por el apetito, ni consentir en el uso de aquello que no es para nuestro bien, simplemente porque halaga el gusto. El sagrado templo de nuestro cuerpo debe mantenerse puro y sin contaminación para que el Espíritu Santo de Dios more en él.

¿Dónde se desarrolla el carácter? En el cuerpo. El carácter no se desarrolla por allá. Y si nosotros no cuidamos el cuerpo, ¿cómo vamos a desarrollar un carácter de acuerdo a Cristo? Y si no desarrollamos un carácter como el de Cristo, Cristo no viene. Aquí nuestro lema es ven Señor Jesús. Y decimos ven Señor Jesús, pero si no desarrollamos el carácter de Cristo, Cristo no viene.

En PVGM, página 47, dice así, cuando el carácter de Cristo sea perfectamente reproducido en Su pueblo, entonces vendrá Él para reclamarlos como suyos. ¿Cuándo va a venir Cristo? Cuando Su carácter se vea reproducido perfectamente en Su pueblo. En ti y en mi.

Algunos teólogos hoy en día, dicen que al hablar del carácter de Cristo, el carácter perfecto de Cristo reproducido en nosotros, se está refiriendo a otra cosa, no a vivir sin pecado, sino se está refiriendo a ser bueno, a ser amante como era el Señor. El Señor era bueno, era amante. Pero no se refiere quizás a perder la paciencia o algún otro pecado. ¿No es cierto? Como Moisés. Moisés perdió la paciencia, pero él era como Cristo, dicen. En su amor para con el pueblo de Israel. ¿Y eso saben cómo se llama? Eso se llama interpretación. Están interpretando lo que dice el Espíritu de Profecía. Y la mejor interpretación, ¿cuál es?

Si yo les digo, me gusta algo. Y ustedes quieren decir que eso a mí no me gusta. Ustedes están interpretando. Pero yo les puedo asegurar, no, esa interpretación está errónea. La hermana White dice, cuando el carácter de Cristo sea perfectamente reproducido en Su pueblo, entonces vendrá Él para reclamarlos como suyos. Dejemos que ella se interprete a sí misma.

En el mismo libro, PVGM, las páginas 255-256. ¿Qué quiere decir ella, cuando ella habla de que nosotros seamos semejantes a Dios, a Cristo, en carácter? Dios exige que Sus hijos sean perfectos. Su ley es una copia de Su propio carácter, y es la norma de todo carácter. Esta norma infinita es presentada a todos, a fin de que no haya equivocación respecto a la clase de personas con las cuales Dios ha de formar Su reino. La vida de Cristo sobre la tierra, una perfecta expresión de la ley de Dios. Y cuando los que pretenden ser hijos de Dios, lleguen a ser semejantes a Cristo en carácter, serán obedientes a los mandamientos de Dios.

¿Qué dice ella misma, que quiere decir ser semejantes a Cristo en carácter? Serán obedientes a los mandamientos de Dios. No son mis palabras. Son las palabras inspiradas, que se están interpretando a sí mismas.

La Reforma Pro-Salud tiene una parte integral en el desarrollo del carácter, en la perfección. En Evangelismo, página 195, dice así, la obra de la Reforma Pro-Salud es el medio que el Señor utiliza para aminorar el sufrimiento de nuestro mundo y para purificar a Su iglesia. Por eso es que Satanás que ha estudiado todas estas cosas. ¿Ustedes saben que Satanás estudia la Biblia y el Espíritu de Profecía? Para después poder usarlo en contra. Y también lo estudia para tratar de neutralizar el poder.

Entonces Satanás sabe que si él puede convencer a la Iglesia Adventista del Séptimo Día que nunca van a llegar a ser como Cristo, Cristo no va a venir. Entonces él ha convencido a muchos. Esto se llama la Apostasía Omega. No es solo eso, sino que los ha convencido que la Reforma Pro-Salud no es importante. De modo que no se le presta atención y el pueblo de Dios sigue viviendo en pecado. Sin poder vencer. Porque aquellos que puedan vencer el apetito, van a vencer todas las demás tentaciones de Satanás.

Aquí vemos que la Reforma Pro-Salud no es fanatismo. Si alguno cree que la Reforma Pro-Salud es fanatismo, está diciendo que Dios es fanático. Perdónenme, no estoy diciendo blasfemia, pero dice que el Señor utiliza la Reforma Pro-Salud. Si Él la utiliza y es fanatismo, estamos diciéndoselo a Dios. Tengamos cuidado hermanos. Y no solo eso, sino que la utiliza para purificar a la Iglesia.

Esto produce tensión en la Iglesia Adventista porque los teólogos de la Nueva Teología nos dicen que es imposible que la Iglesia se purifique. Seguiremos pecando hasta que Cristo venga, dicen ellos. Entonces, por lo tanto, una de las razones por las cuales Dios ha puesto la Reforma Pro-Salud, la de purificar a Su Iglesia, deja de ser razón. Entonces la única razón para la Reforma Pro-Salud sería aminorar el sufrimiento. Y lo que ha llegado a suceder en nuestra iglesia, es que muchos toman la Reforma Pro-Salud únicamente cuando esta reforma está de acuerdo con lo que le dice la medicina. Y muchas ni eso. Porque dicen, total, si estamos salvos, para qué vamos a preocuparnos de vivir una vida pura, si eso no se puede. Entonces la Reforma Pro-Salud se deja de lado.

Empezamos el año 1931, seguimos en el año 1957, y ahora vemos que la Reforma Pro-Salud y la Nueva Teología no pueden existir juntas. Pero también existe una nueva y falsa doctrina de la justificación por la fe. La justificación por la fe es una doctrina bíblica. Pero se la enseña muchas veces relacionada con la Nueva Teología, que Cristo hace todo por nosotros y de que no debemos vencer ni obedecer. Que la obediencia no es importante.

¿Qué es lo que dice el Espíritu Santo en 1MS:429? Dios requiere la entrega completa del corazón, antes de que pueda efectuarse la justificación. Prestemos atención. La justificación, yo no vengo aquí y me arrodillo, levanto las manos y digo, Señor, perdóname. Y ya estoy justificado. No. Antes de eso debo hacer una entrega completa del corazón. Y eso significa entregar todo lo que nosotros sabemos que está mal. Todo pecado entregárselo al Señor. Entregar nuestro corazón, nuestros afectos. Y luego dice, y a fin de que el hombre retenga la justificación, debe haber una obediencia continua, mediante una fe activa y viviente, que obre por el amor y purifique el alma.

¿Qué le parece? Sin obediencia continua perdemos la justificación. Perdemos el perdón. No lo digo yo, lo dice el Espíritu Santo. La justificación por la fe está relacionada con el Mensaje del Tercer Ángel. La verdadera justificación por la fe. Yo pregunto, ¿por qué se predica tanto de la justificación por la fe y no se habla del Mensaje del Tercer Ángel? Cuando en Evangelismo, página 143, el Espíritu Santo nos dice que varias personas me han escrito, preguntando si el mensaje de la justificación por la fe es el Mensaje del Tercer Ángel. Y les he respondido, es ciertamente el Mensaje del Tercer Ángel.

Ahora yo pregunto. Si la justificación por la fe es el Mensaje del Tercer Ángel, ¿por qué muchos predican la justificación por la fe y se oponen al Mensaje del Tercer Ángel? Porque es una falsa justificación por la fe. Que da una falsa seguridad de salvación. Eso es lo que Satanás quiere. Que pensemos que nos vamos a salvar y que nos perdamos. No permitamos ser engañados por Satanás.

Y fíjese otra cosa. Me fue mostrado que la Reforma Pro-Salud es una parte del Mensaje del Tercer Ángel. Esto está en Consejos para el Régimen Alimenticio, página 36. La justificación por la fe es el Mensaje del Tercer Ángel. La Reforma Pro-Salud es parte del Mensaje del Tercer Ángel. Por lo tanto, la Reforma Pro-Salud es parte de la justificación por la fe. ¿Entendemos? Si la justificación por la fe y el Mensaje del Tercer Ángel son una misma cosa, y la Reforma Pro-Salud es parte del Mensaje del Tercer Ángel, también es parte del mensaje de la justificación por la fe.

Ahora, también hay una falsa teoría de la santificación. Pero vamos a tomar en este momento un pequeño recreo y vamos a seguir más adelante. Vamos a ponernos de pie, vamos a pedir que el Señor nos bendiga y nos siga guiando al entender estas verdades.

Padre nuestro que estás en los cielos, gracias por Tu amor. Señor, la Apostasía Omega había sido predicha. Y hoy hemos aprendido algo muy triste. Lo que está sucediendo en Tu querida Iglesia, que es como la niña de Tu ojo. Que está siendo atacada de adentro. Te pedimos Señor que nos ayudes a comprender estas verdades, pero sobre todo, a tener una relación con Cristo, una fe que nos permita aceptar la justificación y la santificación. Y que podamos vencer todo pecado. Y que podamos ser perfectos como Cristo es perfecto, no por nuestras propias fuerzas, ni para nuestra propia gloria, sino para gloria de Dios. Y para honor de Su nombre y de Jesucristo que murió por nosotros. En el nombre de Jesús pedimos y agradecemos esta bondad. Amen.

Parte 2.-

Buenas tardes. Para aquellos que no estuvieron en la Parte 1, del tema La Apostasía Omega, y la Reforma Pro-Salud, sean bien venidos. Pero les advierto que muchas de las cosas que vamos a tratar en la Parte 2, no las van a entender si no escucharon la Parte 1. O sea que si ustedes pueden conseguir el cassette de la Parte 1 o el vídeo, antes de escuchar este tema, les recomiendo que lo hagan. O pueden escucha reste tema, pero después consigan el número 1 y escuchen de nuevo el número 1 y 2, porque son temas importante y no les va hacer mal. Pero hay cosas que se pueden mal interpretar, si no han visto la Parte 1 y so no entienden de qué estamos hablando.

La Nueva Teología también comprende una falsa teoría de la santificación. Antes de abrir la Palabra de Dios, voy a pedir que Él nos guíe en oración. Inclinemos los rostros. Nuestro Padre, con humildad pedimos que envíes el Espíritu Santo para grabar las verdades en las tablas de nuestro corazón.

Abramos la Biblia en 2 Tes. 2:13. La Nueva Teología dice que la santificación no tiene nada que ver con la salvación. Que las obras no tienen nada que ver con la salvación. La Palabra de Dios dice, pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya elegido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.

¿Cómo se consigue la salvación? ¿Mediante qué? Mediante la santificación. Y algunos dicen que la santificación no tiene nada que ver con la salvación. Que es algo opcional, como dicen los Evangélicos. Que es algo bueno, es algo lindo tener, pero que no es necesario. No es lo que enseña la Palabra de Dios. Fíjense que en este mismo versículo también dice, la fe ¿en que? En la verdad. Oyeron decir ustedes que no importan las doctrinas, que no importa lo que creamos. Acá dice la fe en la verdad. Si nuestras doctrinas están equivocadas, ¿cómo vamos a tener fe en la verdad? ¿Cómo vamos a creer en la verdad? Esto es muy importante y es parte de la Nueva Teología y parte de la Apostasía Omega, que no se le presta atención a las doctrinas. Por supuesto que las doctrinas sin Cristo no salvan. Cristo es el que nos salva, pero Cristo nos salva por medio de la santificación y la fe en la verdad.

En Apoc. 22:11 dice, el que es injusto sea injusto todavía, y el que es inmundo sea inmundo todavía; y el que es justo practique la justicia todavía, y el que es santo santifíquese todavía. Esto se llama el fin del tiempo de gracia. La Nueva Teología no cree que hay un fin del tiempo de gracia. O pueden creer que hay un fin del tiempo de gracia, pero no creen de la manera que lo enseña la Palabra de Dios. ¿Por qué? Porque la Nueva Teología dice, erróneamente por supuesto, que vamos a seguir pecando hasta que Cristo venga. ¿Y saben qué? Satanás quiere que sigamos pecando hasta que Cristo venga, porque si seguimos pecando hasta que Cristo venga, nos perdemos. ¿Por qué?

El CS:572, su objeto, el de Satanás, consiste en tener sumido al pueblo en las tinieblas y en la impenitencia, hasta que termine la obra mediadora del Salvador y no haya más sacrificio por el pecado. Aquí vemos que va haber un momento en que no va haber más sacrificio por el pecado. Y Satanás quiere que nos durmamos y no escuchemos el mensaje. Y por esto es que Satanás ha introducido esta Nueva Teología de una manera muy inteligente y muy hábil, para que en la Iglesia Adventista no se de la advertencia y para que todos sigamos bien dormidos, hasta que se termine el tiempo de gracia de golpe y no haya más sacrificio para el pecado.

Hay otra cosa que no hay después del fin del tiempo de gracia. ¿Saben lo que es? Una es sacrificio para el pecado. El otro es intercesión. En el CS:478 dice, los que vivan en la tierra cuando cese la intercesión de Cristo en el santuario celestial, deberán estar en pie en la presencia de un Dios santo sin mediador. ¿Entendemos? No va a haber intercesión ni va a haber mediador.

Ahora, muchos se asustan porque dicen, bueno, no vamos a estar más conectados con Cristo, no dice que no hay gracia ni que el Espíritu Santo no nos va a dar la fuerza para resistir la tentación. Al contrario, va a haberse derramado ya la Lluvia Tardía y vamos a estar en plena comunión con Cristo. Y en medio de esa prueba tan angustiosa, el Señor nos va a sostener, porque los sellados no van a pecar después del fin del tiempo de gracia. Lo vamos a ver en un momento.

Sigue la cita, sus vestiduras deberán estar sin mácula. Sus caracteres purificados de todo pecado. No de algún pecado o de muchos pecados. Por la sangre de la aspersión. Purificados de todo pecado. Algunos me dicen, que hay pecados de ignorancia. Y que esos pecados nunca los vamos a llegar a conocer. Si no los llegamos a conocer, Cristo no viene. Porque no podemos arrepentirnos de un pecado que no conocemos.

¿En qué consiste esa perfección? Esas vestiduras blancas, sin máculas, esa perfección del carácter, para poder estar de pie en el tiempo de angustia. Vamos a leer ahora el CS:680-681, y les recomiendo hermanos, que tomen el libro el Conflicto de los Siglos y que lean y relean y estudien detenidamente el capítulo que se llama El Tiempo de Angustia. Allí se encuentran estas citas que ahora voy a leer. El tiempo de angustia cual nunca fue antes que hubo gente, se iniciará pronto. Y para entonces necesitaremos tener una experiencia que por hoy no poseemos y que muchos no pueden lograr debido a su indolencia. Sucede muchas veces que los peligros que se esperan, no resultan tan grandes como uno se los había imaginado. Pero este no es el caso respecto de la crisis que nos espera. La imaginación más fecunda no alcanza a darse cuenta de la magnitud de tan dolorosa prueba. En aquel tiempo de tribulación, cada alma deberá sostenerse por sí sola delante de Dios. Si Noé, Daniel y Job estuvieran en el país, vivo yo dice el Señor, que ni a hijo ni a hija podrán ellos librar por su justicia, tan solo a sus propias almas librarán.

Ahora, ¿cuándo? ¿El mes que viene, el año que viene? No. Ahora, mientras que nuestro gran Sumo Sacerdote está haciendo propiciación por nosotros, debemos tratar de llegar a la perfección en Cristo. Mis hermanos, ¿cuántos de los que creen en la Nueva Teología están tratando de llegar a la perfección en Cristo? Hay un libro que se llama Perfectos en Cristo. Este libro está en inglés, no se si está en español. Este libro nos dice que vamos a seguir pecando hasta que Cristo venga, pero vamos a ser perfectos, porque Él murió por nosotros. A pesar de que sigamos pecando. Esto no es lo que vamos a leer ahora. Ahora vamos a leer de la inspiración, lo que significa esa perfección en Cristo. Esa perfección en Cristo significa vivir como Cristo vivió. Significa no caer en ningún pecado, por pensamiento o por acción. Por motivo. Por una mirada. Esto no es fácil. Esto únicamente se puede hacer por la gracia redentora de Cristo y por el proceso con el cual él nos va purificando, parte del cual tiene que ver exactamente con la Reforma Pro-Salud. Y por esto es que Satanás está muy interesado que no se lleve a cabo.

Vamos a seguir. Debemos tratar de llegar a la perfección en Cristo. Nuestro Salvador no pudo ser inducido a ceder a la tentación ni siquiera en pensamiento. Satanás encuentra en los corazones humanos algún asidero en que hacerse firme. Es tal vez algún deseo pecaminoso que se acaricia, por medio del cual la tentación se fortalece. Pero Cristo declaró al hablar de Sí mismo, viene el príncipe de este mundo, pero él no tiene nada en Mí. Satanás no pudo encontrar nada en el Hijo de Dios que le permitiese ganar la victoria. Cristo guardó los mandamientos de Su Padre y no hubo en Él ningún pecado del que Satanás pudiera sacar ventaja. Hasta ahí vamos bien. Ningún problema. Estamos de acuerdo. Pero fíjense lo que dice ahora. Esta es la condición en que deben encontrarse los que han de poder subsistir en el tiempo de angustia. Eses eres tú y ese soy yo. Si no llegamos a esa condición, en el tiempo de angustia nos perdemos. Que el Señor tenga misericordia de Su iglesia y oremos para que el Señor permita que tú y yo y ninguno de los que estamos aquí, y ninguno de los que están escuchando por audio o viendo por vídeo, se pierdan.

Algunos dicen que nos vamos a separar del pecado cuando Cristo venga. Que vamos a seguir pecando hasta que Cristo venga, y luego allí Cristo va a cambiar nuestra naturaleza. Lo cual es verdad. Él va a cambiar nuestra naturaleza. Pero dicen que en ese momento vamos a dejar de pecar. Fíjese lo que dice aquí, en esta vida es donde debemos separarnos del pecado. ¿Cómo? ¿Por nuestros esfuerzos? Por la fe en la sangre expiatoria de Cristo. La sangre de Cristo nos separa de los pecados. El problema es que nosotros no queremos que nos separe. Queremos seguir con nuestros pecados. Hermanos, examinemos nuestros corazones, para ver si Cristo está en nosotros. O de otra manera seremos reprobados. Nuestro amado Salvador nos invita. Miren qué hermoso es esto que viene ahora. A que unamos nuestra flaqueza con Su fortaleza. Nuestra ignorancia con Su sabiduría. Nuestra indignidad con Sus méritos. La providencia de Dios es la escuela en la cual debemos aprender a tener la mansedumbre y la humildad de Jesús. El Señor nos está presentando siempre, no el camino que escogeríamos y el que nos parecería más fácil y agradable, sino el verdadero, el que lleva a los fines verdaderos de la vida. De nosotros está pues que cooperemos con los factores que Dios emplea, en la tarea de conformar nuestros caracteres con el Modelo divino. Nadie puede descuidar o atrasar esta obra sin grave peligro para su alma. No atrasemos esta obra hermanos. Tenemos que hacerlo. Hoy tenemos que empezar. En el momento en que estamos escuchando esto.

La falsa doctrina de la santificación. La falsa doctrina de la perfección cristiana. Está por todas partes en la iglesia de Dios. En los púlpitos de la iglesia de Dios. Oremos por aquellos que no han comprendido el mensaje, para que ellos también comprenderlo. No tomemos una actitud de odiar, sino de amar.

¿Y la doctrina del santuario? En Daniel 8:14 dice que después de 2.300 tardes y mañanas, después de 2.300 días, el santuario sería purificado. ¿Cuál es el problema con la purificación del santuario? En 1844 ellos pensaban que el santuario que sería purificado, ¿estaba dónde? En la tierra. Ahora se dice, por una falsa teoría del santuario, que el santuario que se va a purificar está en el cielo. Eso es verdad. Está en el cielo. Pero nos hemos olvidado de que también se realiza una obra de purificación en los hijos de Dios. O sea que se está purificando el Cielo y se está purificando la Iglesia al mismo tiempo. Cuando los dos estén purificados, allí viene Cristo. Allí termina el tiempo de gracia y viene el tiempo de angustia, y viene Cristo. Y hay una cosa. La Reforma Pro-Salud es el medio que usa Cristo para purificar a Su Iglesia. Por lo tanto, la Nueva Teología que dice que Su Iglesia nunca se va a purificar hasta que Cristo venga, tiene que forzosamente negar, primero, la validez del Espíritu de Profecía; segundo, cambiar el significado del juicio investigador de la doctrina del santuario del fin del tiempo de gracia. Y les voy a decir por qué.

Hagamos una comparación. Pensemos en el santuario como si fuera una lavandería. En la cual mandamos la ropa sucia, que son nuestros pecados. Le hago una pregunta. ¿Cuál es la mejor forma de fundir una lavandería? ¿De conseguir que se funda? ¿Qué pasa si le dejamos de mandar ropa sucia? Se funde. No hay más trabajo. Cristo está esperando que le fundamos la lavandería. Que le dejemos de mandar la ropa sucia. En el momento que le dejamos de mandar nuestros pecados, se cierra el santuario. Por eso es que Dios tiene que permanecer, Cristo tiene que permanecer en el santuario, hasta que Su pueblo haya sido sellado y deje de pecar, porque del momento que Cristo sale del santuario, si uno de Sus hijos pecara, no hay más perdón. De la misma manera que se cierra una lavandería y le mandamos la ropa sucia. La ropa no se puede lavar. Por lo tanto, esta doctrina falsa, que dice que vamos a seguir pecando hasta que Cristo venga, niega la doctrina del santuario, porque la doctrina del santuario nos enseña que en el fin del tiempo de gracia Cristo sale del santuario, no hay más intercesión, no hay más mediación.

¿Y dónde surge esta doctrina? Primero, una falsa concepción de lo que es el pecado. Dicen, los que están errados, que el pecado no es la transgresión de la ley únicamente, sino algo que nosotros somos. Somos pecado por naturaleza. Eso dicen. Eso está errado. Eso viene del Calvinismo, de la Iglesia Católica. De Agustín, un monje del año 300. Eso ya lo explicamos anteriormente. Pero lo repito, porque la repetición es la madre del saber, y quizás alguno no escuchó la primera parte.

La Biblia dice que el pecado es transgresión de la ley. No hay otra definición dice el Espíritu de Profecía. La Nueva Teología saca como conclusión que el pecado es nuestra naturaleza. Cristo no podía tener nuestra naturaleza. Porque entonces hubiera pecado. Si Cristo no podía tener nuestra naturaleza, Cristo tuvo otra naturaleza. Por lo tanto, nosotros no podemos dejar de pecar. Si nosotros no podemos dejar de pecar, no hay más doctrina del santuario. Eso se acaba. Por eso es que ha habido en nuestra iglesia una lucha tal, contra la doctrina del santuario. Y no solo eso, sino que la Reforma Pro-Salud se deja de lado, porque la obra médica-misionera y la Reforma Pro-Salud es el medio que Dios usa para purificar a Su iglesia.

Aquí, en Consejos sobre Régimen Alimenticio, página 41, se nos dice, los que han recibido instrucciones acerca de los peligros del consumo de carne, te, café y alimentos demasiado condimentados o malsanos, y quieran hacer un pacto con Dios por sacrificio, no continuarán satisfaciendo sus apetitos con alimentos que saben son malsanos. Dios pide que los apetitos sean purificados y que se renuncien a las cosas que no son buenas. Esta obra debe ser hecha antes que Su pueblo pueda estar delante de Él como un pueblo perfecto. En otras palabras hermanos, si no dominamos el apetito, no alcanzamos la perfección. Todo eso por la gracia de Cristo, no por nuestros propios esfuerzos legalistas. Aclaremos eso. Y si no somos perfectos y no llegamos a esa perfección, no se puede cerrar el santuario. Si no se puede cerrar el santuario, Cristo tiene que seguir en el santuario, como estuvo desde 1844.

Y hay una sola razón por la cual Cristo ha estado en el santuario 150 años. Porque Cristo podría haber venido en el siglo XIX. Después de 1844, a los pocos años podría haber venido. Después de 1888 podría haber venido. Lo dice la hermana White. En muy pocos años. No ha venido, no porque no se hizo la ley dominical, sino porque Su pueblo no estaba listo. Y Satanás le interesa mucho más, a medida que pasa el tiempo, que Su pueblo no esté listo. Y una de las formas de conseguirlo, es por medio de falsas doctrinas, herejías, y disminuyendo el valor de la Reforma Pro-Salud.

Muchos dicen que creen en la doctrina del santuario y en el juicio investigador. En realidad hay muy pocos que no creen. O que dicen no creer. Pero realmente no creen en toda la doctrina del santuario. Dicen que, no se si lo han escuchado, como Cristo es nuestro Juez y también es nuestro Abogado, no tenemos que preocuparnos. Mis hermanos, no tenemos que preocuparnos, si Cristo es nuestro Abogado, es verdad. Pero para que Cristo sea nuestro Abogado tenemos que estar en Cristo. ¿Se dan cuenta? Y esto es lo que no se dice, lo que no se enfatiza. Si nosotros estamos queriendo ser amigos de Jesús, ¿qué es lo que dice en la epístola de Juan? Juan 14:15. Si me amáis, guardad Mis mandamientos. ¿Y en Juan 15:14 qué dice? Aquellos que son Mis amigos son los que hacen las cosas que Yo les mando. Si no hacemos las cosas que Él nos manda, no somos Sus amigos. Si no somos Sus amigos, Él no es nuestro Abogado. Si vamos al Juicio, sin ser amigos de Jesús, nos perdemos. Y el Señor Jesús nos ha mandado que prestemos atención a la ley de Dios, a la ley de los diez mandamientos y a las leyes naturales que las aprendemos por medio de la Reforma Pro-Salud. Las leyes naturales son tanto mandamiento de Dios como los diez mandamientos. Eso lo sabemos. Está en los escritos del Espíritu de Profecía. Lo hemos presentado en otros temas. No lo voy a repetir por falta de tiempo aquí, pero si Me amáis, guardad Mis mandamientos. Todos los mandamientos. No uno, dos, tres , cinco, seis, diez, quince. Todos. Y los mandamientos que nos ha dado con respecto a la forma en que debemos guardar nuestro cuerpo, que no es nuestro, sino que es de Dios. Debemos obedecerle. Sino no nos hemos arrepentido y apartado de los pecados, estaremos perdidos en el tiempo de angustia. Esto es lo que Satanás quiere. Y esto es lo que se está predicando en muchas iglesias adventistas.

(Continuación)


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