¿Puede la Juventud de Hoy Recapturar la “Bendita Esperanza” de Nuestros Pioneros?

La pronta venida de Cristo ha perdido su significado de “pronta”? La bendita esperanza ha llegado a ser ingenua? Podremos seguir excusando por siempre la “demora”?

Por Robert Wieland

Si nuestros antepasados no hubieran incorporado el pronto advenimiento de Jesús dentro de nuestro nombre denominacional, no nos avergonzaríamos por la centuria y media de retraso. Tan lejano como en 1850, Elena White escribió: “Vi que casi ha terminado el tiempo, y que el tiempo puede durar un poquito mas”. “El tiempo está casi agotado” (PE: 58,64). De nuevo en 1904, ella dice, “El Señor viene muy pronto”. Desde entonces nosotros nos hemos nutrido en las convicciones constantes de que el “fin esta cera”, “Cristo viene pronto”.

Los estudiantes de colegios adventistas están perplejos. “Hemos mezclado pensamientos y sentimientos de oír las predicciones de que la 2º venida de Cristo puede ocurrir en los próximos 10 años o que esto puede no ocurrir en absoluto mientras vivamos”. “Somos una generación de no convencidos de cuando vendrá Jesús por segunda vez”. “No puedo imaginar que esto ocurra en el transcurso de mi vida” (Adventis Review, Enero 2, 1992).

Si estos comentarios se hubieran publicado en el Review una centuria atrás, habrían provocado una tormenta de protestas de parte de los lectores. Para ellos, esta falta de convicción podría destruir la iglesia como las termitas que excavan desde adentro.

No podemos hoy redefinir el “adventismo” como una creencia nebulosa en algún “evento divino remoto”. El nuevo Diccionario Mundial de Webster dice que la palabra adventismo significa “la creencia de que la 2º venida de Cristo a la tierra y el Juicio Final ocurrirán pronto”.

Como en las décadas pasadas es natural que los pensadores adventistas exploren caminos para disculpar la “gran desilusión”.

Recientemente, un dirigente de Escuela Sabática sugirió que la 2º venida de Cristo comenzó en Pentecostés y ha estado siguiendo desde entonces. Voces dentro de la iglesia nos han dicho que “los últimos días” comenzaron con la resurrección de Cristo, creando dudas en el esquema de los 1260 años seguidos por el tiempo del fin en 1798.

“Pronto” se ha hecho muy flexible, de tal manera que puede significar centurias desde que la mensajera del Señor dijo “que el tiempo estaba casi agotado”. Un estudiante del Colegio Unión admitió en el artículo del Review, “yo realmente no creo que podamos tener idea de cuando El vendrá” (Un prominente editor de Seventh-Day Adventist, publicó con obvia aprobación, una carta de un lector sugiriendo que los 6000 años repetidos frecuentemente por Elena White, podrían ser 6400 años (AC 2400) Perspective Digest, vol 5, Nº 2, 2000).

Hay una lógica de realismo que toma fuerza en el pensamiento de la juventud. Ellos conocen que los padres, abuelos y aún bisabuelos esperaban que “pronto” significará “pronto” y que Cristo vendría mientras vivían. Ellos veían que las “señales” decían esto. De hecho las señales que veían lo hacían parecer mas cerca de lo que nos parece a nosotros ahora. ¿Hay una base sólida para una creencia adventista genuina hoy, que puede dar sentido a esta larga demora? ¿Puede la juventud de hoy recapturar genuinamente la “bendita esperanza” de nuestros jóvenes pioneros? ¿O es esto ingenuo?

“Este mismo Jesús.... así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hech. 1:11) Pero Pablo dice que “en llama de fuego” El “tomará venganza de sus enemigos” (2Tes. 1:8). Será El un tirano sanguinario con una ametralladora celestial para acabar con sus enemigos en odiosa venganza?

Si “Dios es amor” (1Juan 4:8), Cristo debe ser amor aún cuando El retorne. Juan y Santiago querían hacer descender el mismo “fuego del cielo” para limpiar los samaritanos incrédulos, pero Jesús dijo no “El hijo del Hombre no vino para destruir la vida de los hombres, sino para salvarlos” (Luc. 9:54,56)

¿La razón es que la presencia personal de Dios ha de ser fuego consumidor?

Ha puesto Ud. alguna vez un plato con una cuchara plástica en un horno microondas?

Ningún problema. Pero si Ud. deja una cuchara de metal, el hormo microonda la destruirá.

La presencia personal de Dios no es destrucción par Su pueblo quien ha evitado el pecado, pero es la destrucción para el pecado. Aquellos que han hecho una decisión final de aferrarse al pecado son como la cuchara de metal en el hormo de microonda, la presencia personal del ágape tiene que destruirlos, porque ellos se han asido al pecado como la vida a un árbol hasta ser dos en uno. Ellos simplemente no pueden soportar mirar el rostro de Cristo. ¿No tiene sentido librarse ahora del pecado (Los perdidos “atormentados en la presencia del Cordero” (Apoc. 14:10), no significa que Cristo se goza con el espectáculo, como los inquisidores medievales en un auto de fe. La palabra griega es enopion, literalmente “ante los ojos de”. Su tortura es completamente auto inflingida, porque en su estado de no arrepentimiento no pueden soportar mirar a los ojos de aquel que ha sido crucificado.)

Pero alguien puede decir “si me gustaría, pero esto es demasiado profundo dentro de mi, yo no veo como puedo superarlo”. Este problema es la razón por la que Jesucristo está ahora sirviendo como el Gran Sumo Sacerdote Celestial (Heb. 2:17, 18; 4: 14-16; 7:25). Todos los recursos del cielo son nuestros para vencer el pecado en el Día de la Expiación. El pecado puede ser removido del corazón, del carácter, no importa cuan profundamente este está alojado dentro de nosotros.

Un mero perdón que excusa o perdona el pecado, pero lo deja intacto no es suficientemente bueno. Cuando el Señor realmente perdona un pecado, El se lo lleva (este es el significado de la palabra en griego).

La esencia del Adventismo insiste en que hay una diferencia entre el perdón personal del pecado y el final corporativo de limpieza del pecado y las Buenas Nueva son que El nos limpia si se lo permitimos.

El pecado en el corazón podría resultar en su destrucción. El Señor los ama demasiado como para someterlos a semejante prueba a menos que estén listos. Así como Pedro dice que Cristo tarda “no deseando que nadie perezca” (2 Ped. 3:9).

Debidamente entendido, la Biblia entera se vuelve una historia de amor con el clímax cerca del fin en Apoc. 19. Una boda tiene lugar porque por fin la novia se ha aparejado (vers. 7). Cristo ha deseado por largo tiempo que ese día llegara porque su amor por su iglesia es como el de un novio por su novia (efe. 5:22-32). El puso la canción de Salomón en la Biblia con un propósito, despertar nuestros corazones para entender el verdadero significado de su amor por su iglesia. La 2º Venida será para tomar a su esposa para El.

En su infinito conocimiento El sabe el tiempo, pero para El saber no es igual a predeterminar. Por Ej. El sabe quién eventualmente será salvo y quien se perderá pero El no predetermina la salvación o condenación de nadie. Jesús dijo que El no conocía el tiempo de su venida (Mar. 13:32).

Cronometrar la 2º Venida de Cristo es diferente de la 1º venida. Confundir las dos es repetir el error de los ancianos judíos quienes asumieron que las profecía de los 2 advenimientos eran el mismo. Daniel predijo exactamente cuando Cristo aparecería por 1º vez como Mesías, “... como las estrellas en la vasta orbita de su derrotero señalado, los propósitos de Dios no conocen premura ni demora (Dan. 9:24-27, DTG 32)

Pero el amor de Dios requiere que el cronómetro de la 2º venida es diferente, debe ser dependiente de un pueblo que este listo.

Jesús explicó en la parábola del sembrador que planta la semilla. Cuando la cosecha está madura inmediatamente mete la hoz porque la cosecha ha llegado(Mar. 4:29). Un Ángel, finalmente le dice a Cristo cuando ha llegado el tiempo. “Mete tu hoz y siega, porque el tiempo ha llegado” ¿por qué? ¿Por qué el tiempo del reloj celestial ha activado su alarma predeterminada?. No, “porque la cosecha de la tierra está madura” (Apoc. 14:14,15).

El pueblo de Dios no es como las hormigas en un leño que flota río abajo, sin compromiso acerca de donde están yendo o cuando. Ellos se sentarán con Cristo “en su trono” compartiendo con El la administración del desenlace de la historia mundial. El ha dejado a su cuidado el “ministerio de la reconciliación” porque en el tiempo del fin, ellos comparten su trono con El (Apoc. 3:21, 2Cor. 5:18,19).

Ellos están íntimamente relacionados con su obra final en el lugar Santísimo.

Más que esto “el ministerio de la reconciliación” asignado a ellos tiene una profunda influencia en los eventos mundiales. Si ellos proclamarán el mensaje del sellamiento de Apoc. 7:1-4, El promete decir “Retened” a los “ cuatro ángeles que sostienen los cuatro vientos de la tierra, que los vientos no debían soplar”. No era necesario que las dos guerras mundiales descargaran su estrago y agonía. Pero nuestra falla por muchas décadas de proclamar el mensaje ha hecho imposible para los cuatro ángeles retener los vientos.

Conducidos por la bestia de dos cuernos de Apoc. 13, el pueblo del mundo demostrará su rebelión final contra el Cordero, intentando librar a la tierra de su pueblo (Apoc. 13:11-17; 14:9,10). Esta será una recrucificción de Cristo, esta vez en la persona de sus Santos. “La ira del Cordero” es un resultado natural. ¿Qué novio permanecerá de pie mientras buscan matar a su novia?

Esto no significa que el deseo egoísta de unas pocas personas, de ir al hogar de gloria, lo traerá. El novio celestial no se casará con una “novia niña”. Ella debe crecer a la estatura de la plenitud de Cristo en madurez (Ef. 4:13). Esto significa una preocupación para El que trasciende nuestra preocupación de nuestra propia seguridad.

Esta madurez es inteligente, identificándose con anhelos de Cristo, como una esposa esta con su marido. Este es la perfección Bíblica. Pero nosotros tenemos un novio cuya “desilusión ..... (ante la demora) esta más allá de la descripción” (Review & Herald, Dic. 15, 1904), y una novia que hasta ahora parece satisfecha de seguir siendo una niña. Ni los individuos ni grupos de individuos pueden ser “la novia” en esta boda. La población de la Santa ciudad, la Nueva Jerusalén, “la iglesia” es la novia, dice Elena White (SDA Bible Comm. Vol 7, pag 986)

La iglesia es un cuerpo corporativo intrínsicamente formado de muchos de sus miembros, como las células y órganos de un cuerpo constituyen una persona. Ni una célula ni un órgano o miembro madura solo, aparte de su unidad corporativa con el cuerpo en conjunto. Así es también con Cristo, dice Pablo “el cuerpo no es un miembro sino muchos (1cor 12:12,14).

Una preparación individual para la 2º venida es apropiada, pero tiene que ser también una preparación corporativa, o cada individuo tendrá que entrar en la tumba, como tantos otros a lo largo de las edades. Si un cuerpo esta enfermo el todo debe sanarse. El pueblo de Dios no va al cielo individualmente al morir como otros iglesias enseñan, ellos aguardan la resurrección corporativa que a su vez debe esperar un arrepentimiento corporativo por parte de los Santos vivientes.

Es imposible entender “la demora”. Elena White dijo hace más de una centuria “el gran derramamiento del Espíritu Santo el cuál iluminará la tierra con su gloria no vendrá hasta que no tengamos un pueblo iluminado” (Review & Herald, Jul 21, 1896).

Fue en el mensaje de 1888 que el Señor envió el esclarecimiento y apeló a su esposa para que crezca. Este mensaje fue un intento divino de aliviar el dolor del gran chasco de 1844. Este mensaje fue específicamente enviando del cielo para preparar un pueblo para la 2º venida. Como Nelson una vez dijo muy acertadamente: “1844 fue nuestro gran chasco, pero 1888 fue Su gran chasco”.

Pero hay Buenas Nuevas. El gran sacrificio de Cristo en la cruz y su Ministerio Sacerdotal no será al fin infructuoso, porque “un pueblo iluminado” entenderá seguramente como y porque ellos han demorado su retorno, y responderán a Su apelación al arrepentimiento.

¿No es vanidad hablar de la 2º venida y no dar atención al mensaje que fue preparado para nosotros?

(Publicado en 1888 Message Newsletter, Junio-Agosto 2000)

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