Dr. Alberto R. Treiyer:
'La Pasion' Segun Mel Gibson

 

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Hace unos años atrás, en una iglesia sobre la que era pastor, una hermana trajo una película que exponía, en esencia, la predicación de un pastor evangélico que llamaba a una cruzada religiosa contra Hollywood. Aducía que esa película le había ayudado a tomar la decisión de juntar todos los videos de su hijo, quien estaba entonces en la cárcel, para quemarlos en el patio de su casa.

Con la libertad que suelo dar en mis iglesias le permití pasarla, pero durante la película capté que no podría cerrar la reunión sin comentarla. Dije, en esencia, que como Iglesia Adventista no nos enrolamos en una cruzada [ataque frontal] contra Hollywood ni contra la prostitución ni contra los ricos en defensa de los pobres, porque esa no es nuestra misión.

Se dirán en tales cruzadas grandes verdades, pero se generará un espíritu contrario al evangelio y a la misión que Dios nos dio. Ese mismo espíritu, esa misma cruzada, se lanzará pronto por esa misma clase de gente, contra el pueblo que guarda los mandamientos de Dios y tiene el testimonio de Jesucristo (Apoc 12:17).

Al mirar anoche la película de Mel Gibson relacioné ese incidente que viví en Atlanta con la reacción de muchos pastores evangélicos y algunos adventistas que la atacan frontalmente, así como a su autor. Me convencí de que, como en ese film contra Hollywood ya mencionado, tal reacción revela en muchos casos, una sensibilidad y fuego que no provienen del verdadero altar (y esto, a pesar de que le ayudó a nuestra hermana a quemar esos videos).

¿Cuál fue mi reacción ante esa película? Había llevado una libreta para hacer observaciones críticas, pero terminé no anotando casi nada, y perdiendo al final incluso las ganas de comentarla. Al regresar a mi casa, sin embargo, se me ocurrió hacer un bosquejo sobre lo que me parece ser el verdadero problema de fondo que se da con respecto a ese tipo de películas, y referente a la predicación en sí del evangelio.

 

Aspectos generales.

1. Los más sensibles contra la película La Pasión acusan a Gibson de haber hecho su propio evangelio. Para probar su aserto resaltan las cosas que Gibson agrega y lo condenan por lo que no está en el relato del evangelio.

Mi convicción es que, en tal caso, ningún predicador de ahora en adelante debiera predicar más sobre la pasión. En su lugar, tendría que contentarse con únicamente leer el evangelio, ya que cada relato que hagamos de los evangelios con nuestras propias palabras, revelará de una u otra manera, nuestra propia pasión, nuestro propio evangelio. Un sanguíneo-colérico va a predicar sobre la cruz de Cristo de una manera;  un flemático de otra.

Tal es así que, cuando escucho hablar de los sufrimientos finales del Hijo de Dios, me intereso por asimilar lo que captó el orador de ese evento, y paso por alto, sin enfurecerme, algunas peculiaridades que pueden entenderse únicamente en el contexto del predicador.

 

2. Los adventistas podríamos ser, tal vez, más susceptibles que otros con respecto a las películas que se presentan sobre la vida de Cristo, porque tenemos al mismo tiempo, las visiones inspiradas de E. de White. Sin embargo, en las bastante más de cien conferencias que he dado a diferentes pastores, me he encontrado con un buen número de ellos pidiéndome pasar, antes de mis conferencias, algunas películas de Cristo que a mi juicio, representan de a momentos mal su carácter. Aún así, tales películas predisponen a la gente a escuchar los mensajes que se les va a dar después en la predicación.

En lugar de introducir mis temas condenando la película, he solido decirle a la gente que la vida de Cristo es toda una inspiración, pero que a menudo los actores son incompetentes para representarla. Así también nosotros, cristianos que buscamos representarlo en nuestra vida, no logramos siempre hacerlo de la mejor manera. De allí la necesidad de leer regularmente los evangelios, nuestra principal fuente de inspiración, para mejorar la puntería.

 

3. Si la escena violenta que aparece en todo el film contra el Hijo de Dios no debiera vérsela representada sino simplemente leérsela, ya que ése fue el único testimonio que nos dieron los evangelistas, ¿por qué Dios se la reveló a E. de White? Esa escena violenta tuvieron que verla, aún de mal grado, también los discípulos. Y aunque el relato no lo revivieron en dramatizaciones, la revivieron en su propia vida.

Por otro lado, ¿hay algo que nos prohiba tratar de revivir la escena de la manera más exacta posible, según nuestro entendimiento de los evangelios, para despertar la atención del mundo a lo que realmente ocurrió? En ese caso, no usemos imágenes estáticas en Power Point tampoco, como método evangelístico para nuestras campañas evangélicas. Que las maestras no usen cartoncitos representativos para poner en un cajoncito de arena durante la Escuela Sabática, porque nunca van a poder representar a la perfección en la mirada de un niño, el relato de la cruz.

Felizmente no somos extremistas, y cumplimos con la misión que Dios nos dio de vindicar a su Hijo con el relato de la cruz, así humillado y ultrajado en Jerusalén, por toda Judea, Samaria, y hasta lo último de la tierra. En la Universidad Adventista de Southern Union representan la pasión todos los años. El año pasado atrajeron a unas 10.000 personas. Mucha gente llora por lo vívido de las escenas que se dan, aun en medio de la audiencia. Los actores, jóvenes hermanos nuestros y profesores, siguen en la representación un recorrido por varios lugares dentro del predio de la institución. En diferentes puestos representan diferentes escenas. ¿Por qué no se levantan allí nuestros pastores para condenar esa representación, siendo que nunca podrán hacerla en forma idéntica, tautológica para usar un término filosófico-matemático?

 

Comentarios sobre el contenido.

1. De todas las películas que vi sobre la vida de Jesús, una vieja serie que antes se pasaba en muchas conferencias (hace 30 años atrás) y esta de Gibson son las que, a mi juicio, más se ajustan al relato bíblico. En ambas, el porte del Hijo de Dios es digno, no colérico ni de movimientos bruscos y apasionados, ni demasiado alegre y feliz como se lo ve en tantos otros films.

 

2. La violencia y saña furiosa contra el Hijo de Dios están bien representadas en la película de Gibson, aunque creo, leyendo el Deseado de Todas las Gentes, que la multitud arengada por los fariseos ante Pilato fue más demoníaca aún. Es cierto que los evangelios no dicen que mientras llevaba la cruz, los romanos lo castigaban con latigazos. Pero era obvio que la furia de la gente contra los condenados (justa o injustamente), mientras eran arrestados y llevados al suplicio, se manifestase de diferentes maneras, produciendo disturbios que obligaban a los soldados a intervenir para que no se linchara al criminal.

[Los predicadores adventistas hoy recurren también a la historia para describir lo que hacían los romanos al crucificar sus víctimas, y lo aplican a Jesús aunque muchos detalles no se cuenten en los evangelios].

Además, debían acicatearlo para que lleve la cruz, como lo hacen los jinetes en las corridas de caballos para que el potro no afloje la marcha. E. de White describe la furia de Herodes por el silencio de Cristo que interpretó como un desaire, y de la multitud que se avalanzó contra él para lincharlo. Eso no está en los evangelios, y no podemos pedirle a Gibson que lo incluya en su film. Pero revela la misma furia en otros momentos.

 

3. A mi me terminó cansando la cantidad de veces en que aparece María. Aún así, es lícito incluirla a ella, porque estuvo en principio, en la mayor parte de las escenas finales. ¿Cuántos sermones escuché sobre Pedro, o sobre Judas, en relación con el papel que cumplieron en los eventos que tuvieron lugar sobre la cruz, buscando revivir en nuestra experiencia aún lo que el predicador se imagina que debieron haber experimentado ellos?

¿No podía hacerse lo mismo también a través de los sentimientos de María, y a pesar de que ella no es el centro del film? Por supuesto, con la relevancia distorcionada que da la Iglesia Católica al papel de María en los evangelios eso puede chocarnos, pero debemos recordar que se le había advertido a ella que "una espada traspasará tu alma", y E. de White le dedica varios pensamientos también a ese hecho que se consumó en la cruz.

A mi esposa eso no le afectó el que aparezca tantas veces María, excepto en la parte en que se pone a limpiar el piso en donde se había derramado la sangre de su hijo, algo forzado y aparentemente sin sentido. Le gustó también la mirada de María, con un sufrimiento sereno y de dominio propio, no como alguien que llora desconsoladamente como plañidera. Cuando vio a Jesús muerto en sus brazos [algo que tampoco está en la Biblia], tomó la decisión tantas veces hecha en su vida de ser fiel.

 

4. La representación del demonio por una persona que aparece como unisex, me pareció buena. Fue la mejor manera que podía escogerse, a mi juicio, para representarlo. Me acuerdo de un pastor que predicaba sobre quiénes estuvieron en la cruz. Dios y sus ángeles, el diablo y sus ángeles, el centurión romano, los fariseos, la multitud, los apóstoles a la distancia (excepto Juan que estuvo cerca), los dos ladrones en la cruz, etc. Con ello mostraba que la cruz fue un evento central adonde nosotros también comparecemos por la fe, y nos identificamos espiritualmente con unos u otros de los que en aquel entonces estuvieron en la escena.

Tal vez la identificación de los demonios mediante niños o enanos que atormentan a Judas (debe haber sido realmente atormentado para terminar suicidándose), no fue la más adecuada, ni tampoco al final cuando el diablo se enfurece después de muerto el Hijo de Dios y lo representa como otro monstruo humano-demoníaco. Pero eso ocupa una ínfima parte de la película.

Yo hubiera preferido que continuase su representación como en la mayor parte del film, a través de la misma persona unisex paseándose alrededor y estudiando las reacciones de la gente y del Hijo de Dios ante lo que se le hacía. Al fin y al cabo, ¿no es eso lo que describe E. de White en el DTG?

 

5. Contrariamente a lo que algunos han dicho, el film deja varios mensajes del evangelio bien claros. El amor de Dios aún para con los enemigos (una clara condenación velada para con tantos genocidios religiosos del pasado y recientes), la paciencia y abnegación que como siervos del Señor debemos estar dispuestos a sobrellevar cuando se nos calumnia y persigue (¡cuántas veces sucede esto aún dentro de la iglesia!), la serenidad, dignidad y dominio propio ante la provocación, el insulto y el atropello humano más despiadado, el ejemplo sublime del Hijo de Dios que no solo aconsejó, sino que vivió consejos tan divinos para que siguiéramos sus pisadas, etc.

Esto lo hace el film a menudo, volviendo a escenas anteriores de la vida de Jesús, breves, que se complementan con todos los sucesos de la cruz. Es así que Gibson procuró transmitir no pura y simplemente los hechos de la cruz, sino también varios mensajes teológicos fundamentales. [¡Por supuesto! No podemos pedirle que incluya todos los aspectos teológicos que quisiéramos ver allí. ¡Ojalá se preparen más films para revelar otras verdades!]

 

6. El pisotón definido y resuelto de Jesús sobre la serpiente en el Getsemaní, aunque tampoco es bíblico en su representación literal, refleja otra vez más el propósito de hacer pasar un mensaje teológico esencial, y que es el triunfo definitivo y final del Hijo de Dios contra aquella "serpiente antigua que se llama diablo y Satanás" en un momento tan cumbre y dramático como ese (Apoc 12:9). Gibson escoge en el diálogo de Pilato con Jesús la realidad esencial de que el reino de Cristo no es el reino de este mundo, de otra manera habría contado con gente que pelease por él.

 

7. Otra preocupación que se ve en el film es de confrontar a diferentes personajes con los sufrimientos del Hijo de Dios. Esto tiene el propósito de dar un mensaje, ya que la historia así no más, cruda y sin explicación, no tendría sentido. Para ello se ve obligado Gibson de nuevo a tomarse, en algunos casos, ciertas libertades que no están en los evangelios pero que tampoco son contrarios a su espíritu. Así, confronta la mirada de María con Jesús en medio de su sufrimiento cuando su hijo cae bajo la cruz. También confronta a Pedro y a Judas con los sufrimientos de Jesús, y aún a la mujer pecadora. Para ello toma pantallazos de otros momentos anteriores de encuentro con Jesús, para dar más sentido y fuerza a ese encuentro crucial.

 

Conclusión.

Cada uno viene a ver la película desde diferentes perspectivas. Un asesino se conmovió y se entregó a las autoridades, tal vez al ver al ladrón [y aún tal vez asesino] en la cruz y su aceptación por el Hijo de Dios. ¡Cuántas almas sensibles lloran involucrándose en los diferentes episodios! ¿No resulta extraño que se levante gente a condenar por detalles, a menudo insignificantes-y que incluso, no van contra lo que dicen los evangelios-distrayendo la atención de lo que podría ser el verdadero objetivo de la película, para que la impresión que Dios quiera dejar en millones de personas se vea trabada por un espíritu crítico exagerado?

Millones no conocen el evangelio. Mediante este medio, ¡cuántos que de otra manera jamás se hubieran enterado de lo que ocurrió hace 2000 años atrás, son atraídos a ver ese evangelio representado en "La Pasión"! ¿Cuántos estarán y continuarán preguntándose tantas cosas para tratar de entender la razón del cristianismo? En lugar de revelar un celo desatinado que desacredite ese mensaje, ¿no podríamos aprovecharlo para atraer la atención de la gente al evangelio eterno?

¿Cómo podemos hacerlo? Por doquiera me encuentro con gente, norteamericana mayormente aquí, con la cual puedo introducir fácilmente el tema religioso. A menudo lo inician ellos. Si llevamos a la mano un Deseado de Todas las Gentes o una versión reducida del mismo libro como se ha preparado en este país, con un título equivalente, o aún un Camino a Cristo si no tenemos otra cosa, lo podemos obsequiar, con un sello en el interior que ubique el lugar donde nos reunimos, o un teléfono, etc.

No he visto todavía la película de Lutero que atrajo la atención de mucha gente hace unos pocos meses atrás. Sin duda veré cosas que no me convencerán demasiado, y que me parecerán como no reflejando el verdadero espíritu de Lutero y la Reforma. Aún así, estoy convencido que a través de ese film podrán despertarse muchas inquietudes que Dios quiere que se den en la gente, ya que en torno a lo que pasó en la Reforma Protestante Luterana en el S. XVI, se centrará la crisis final del mundo. ¿Por qué no aprovechar también ese material? ¿No pueden ser medios que Dios está disponiendo para que el mundo despierte a ciertas verdades vitales que debían atraer su atención a medida que nos acercásemos al fin?

¿Cómo hizo Dios con Lutero para que llegase a descubrir tantas verdades del evangelio? ¿Vamos a levantarnos hoy contra Lutero, porque se equivocó en varios respectos, por no haber tenido la oportunidad que tenemos nosotros hoy de contar con tanta luz en estos postreros tiempos? ¡No le pidamos, pues, a Gibson, que reproduzca en forma exacta el DTG, y contentémonos con la herramienta evangelística que puso en nuestras manos, un medio tan valioso para predicar el evangelio, a pesar de las limitaciones que pueda ofrecer en su versión bien intencionada de los sucesos de la pasión.

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